jueves, 12 de diciembre de 2019

MOE´S (La ironía de estos tiempos)



Taberna de Moe- Springfield.
Una noche como a estas horas estaba en Moe´s, me tomaba unas Duff, ya llevaba como cuatro, junto a mí el gran Barney Gómez estaba tumbado sobre la barra, Lenny y Carl cantaban una canción de Rubén Blades (Plástico) en el karaoke y Homero discutía con el propio Moe sobre qué hacer con la orca que el cantinero mantenía viva y escondida  en la cava cuarto del establecimiento.

Era una noche muy normal en la taberna de Moe, una noche cualquiera de Springfield, de cualquiera de los tantos Springfields regados por el mundo. Pero todo eso iba a cambiar, pronto lo supe.

Un sujeto bastante extraño cruzó la puerta del bar, su color de piel no era el amarillo natural de casi todos los presentes, pero esa no era su única rareza, el sujeto destilaba un aire de sabelotodo, de esos que siempre tienen algo qué decir para hundir la daga en el cuello de cualquiera que ose debatirles sobre un tema.

El sujeto se aproximó a la barra, miró a Moe y le dijo: “Mira mi pana, dame un tercio negro” Moe atendió la solicitud, le destapó la cerveza y la puso en la barra, el tipo la tomó se dio un gran trago luego realizó un paneo con la mirada a todos los presentes, nos miró con ese aire de superioridad que tienen todos los que se las saben todas.
Dejó la botella en la barra y de inmediato exclamó:

-“Estúpida Greta, si fuese hija mía la meto a coñazos pa´ la casa pa´ que no se las esté dando de activista, pero no lo es, es una carajita millonaria, hija de hippies izquierdosos que no saben qué hacer con la plata. Maldita Miss Universo negra, la negra esa que ganó por negra, no por bonita, sino por negra. Idiotas feministas, detesto a las feminazis, por qué no van a cocinar la cena a sus maridos, ahhh verdad que no tienen marido ¡porque son feas!… Odio a los gays, vayan a hacer sus desfiles del orgullo a Shelbyville… ¡Idiota Guaidó!, todos ustedes vayan a apostillar el papel de pajúos que hicieron creyendo en Guaidó.”

El sujeto que todo lo sabe se limpió la boca con desprecio, se tomó otro largo trago con desprecio, sacó cinco dólares de su bolsillo con desprecio y los aplastó contra la barra; con desprecio, dio media vuelta y salió de la taberna.



Illich