miércoles, 23 de diciembre de 2009

El Maestro es el Primer Ciudadano del País....aja y tal!


Illich Sánchez.


Antes de comenzar esta crítica debo aclarar, soy profesor de profesión y de corazón, aunque tengo mis observaciones sobre el status de crisis del oficio docente en cuanto a lo filosófico, ontológico y epistemológico, en este caso particular, me voy a referir a esa harto repetida frase “EL MAESTRO ES EL PRIMER CIUDADANO DEL PAÍS”, se supone que cuando las autoridades la pronuncian, lo hacen por el valor que deben dar todas las sociedades a su sistema educativo y con él a sus educadores, ¿por qué no por ejemplo, el MILITAR, el ABOGADO, o el INGENIERO, entre otros, no son llamados El PRIMER CIUDADANO? Sin intención de desmedro alguno por estas profesiones, será porque para llegar a ser militar, abogado, médico o cualquiera de éstas, el individuo debe primero formarse en los elementos fundamentales de la ciudadanía, conocer los valores de la sociedad, desarrollar el pensamiento, adquirir los rudimentos básicos de la cultura universal, es decir, toda persona va a la escuela, al liceo y a la universidad como parte de la lógica de promoción y ascenso social, en todas estas etapas del proceso educativo formal los maestros se encargan de la nada fácil tarea de ir formando a los futuros ciudadanos de una nación, que serán abogados, ingenieros, médicos, pero también músicos, obreros, deportistas, etc.

Pero, si somos los primeros ciudadanos del país, me pregunto ¿por qué ganamos tan poquito?, la intención de este artículo no es un reclamo meramente crematístico (referido al dinero) pero ya que tocamos el punto, comencemos por ahí. Cuando se cotejan el salario que devenga mensualmente un profesor de primaria y secundaria, de cualquiera de sus escalafones con los escalafones de los militares, es decir comparando el sueldo de un docente UNO con el de un Sub Teniente, pareciera que la cosa es equitativa, pero qué pasa cuando la comparación se hace entre el salario de un docente de máxima categoría con el de un militar de la máxima gradación, un General, entendiendo que el maestro habrá tardado mínimo de 23 años para alcanzar esta categoría, igual que un militar, será el mismo sueldo el de un docente CINCO y el de un General de División?, obvio, NO!

Por lo visto, un Militar gana muchísimo mejor que un maestro (deberían explicar por qué) pero qué decir de las otras profesiones, una hora de asesoría legal con cualquier abobado no cuesta menos de cien bolívares fuertes, en contraposición, a cuánto pagan una hora de clase en un colegio privado, en un tecnológico, universidades privadas o públicas, digamos que oscila entre 12 bsf en los colegios y no pasa de 50 bsf, en las universidades públicas, esto con el añadido de que el abogado atiende a una sola persona, tal vez a dos, y el maestro atiende, enseña, corrige y forma a cantidades que suman entre 30 y 40 por clase de dos horas, lo que se tiende a multiplicar por el número de horas, secciones e instituciones en las que debe trabajar un maestro para redondear un salario “decente” con el cual mantener a su familia.

No pretendo girar unicamente en torno a un análisis de los sueldos y salarios de los venezolanos porque son bien conocidos los desajustes o mejor dicho las injusticias de un sistema de sueldos donde el salario mínimo en términos reales no alcanza para adquirir la mitad de los productos de la “cesta básica”, provocando con esto que el 80% de los venezolanos estemos de una u otra forma sometidos al rebusque, o sea, no me estoy empeñando en decir que médicos, abogados, ingenieros, etc. deberían cobrar menos, reitero que el origen de este artículo es precisar en cuanto a qué somos los maestros importantes para el país, por lo visto, en cuanto a poder adquisitivo, negativo!

¿Es buena la seguridad social de los docentes?, el acceso a vivienda, crédito, atención hospitalaria, seguros, etc… creo que el último logro de la revolución en el estado Aragua fue dejar a maestros y trabajadores del sector educativo sin H.C.M, pero bien, en algo debemos ser los primeros ciudadanos del país, la pregunta es en qué!

Qué piensa este gobierno de sus educadores, les respeta, ha mejorado sus condiciones de vida, ha incrementado recursos para la formación del capital humano, ha mejorado las condiciones de trabajo, la planta física de las escuelas, liceos y universidades. Por el contrario, lamentablemente, la calidad de vida y estabilidad laboral de los docentes en todos los niveles marcha en franco deterioro, se han creado universidades donde se forman docentes con terribles falencias curriculares, de conocimiento y técnicas, los cuales salen al campo de trabajo con la premisa única de estar comprometidos con el gobierno por la sencilla razón de que éste les ha otorgado el derecho al estudio. Esta es la forma como este gobierno ha resuelto los problemas de la educación, creando más conflictos, mermando la calidad del servicio y lo peor, jugando a disminuir la capacidad crítica y beligerante del movimiento magisterial, me pregunto, ¿QUÉ CIUDADANO ESTAREMOS FORMANDO CUANDO LOS MAESTROS ESTAN SIENDO PREPARADOS EN UNA DOMESTICACIÓN TAN TENÁZ?

En la fachada de la Oficina Regional de Educación del estado Aragua (foto del encabezado) un afiche enorme del líder de la “revolución” avasalla la vista con una imagen que se pretende paternal. Aparece Chávez, ataviado con la banda presidencial, abraza a un niño el cual lo mira atónito, no hay que ser un semiólogo, un experto en criptología, ni un Robert Langdon (de El código Da Vinci) para entender el mensaje, Chávez el padre, el maestro y guía de la juventud por el camino al Socialismo del siglo XXI, el mesías que orienta a la patria joven, la representación totémica del Estado Docente Socialista. Cuesta creer que haya quien diga que no hay un culto procaz a la personalidad del presidente, ésta es solo una de miles de imágenes que publicitan la paternalidad caudillesca de Chávez en el país. Un militar como imagen de la educación de un país, el líder de un gobierno que recién pagó los aguinaldos a los docentes adscritos al ministerio el 21 de Diciembre y que a los profesores de la UPEL aun les adeuda una considerable fracción de su bono navideño.

Pero esto no es solo un asunto de profesores, cuántos empleados públicos en todo el país no esperan aun por sus pagos, cuantas deudas no mantiene este gobierno, que según su propia propaganda está para atender las necesidades del pueblo, con sectores diversos, por no hablar de la deuda social que acarrea al no querer frenar la inseguridad, no poder resolver la crisis energética que él mismo provocó al no invertir en el sector hidroeléctrico y los terribles problemas de pavimentación, los fraudes bancarios de los que ellos mismos son artícices, los estudiantes que mueren a bala, el cierre de 34 emisoras sólo este año 2009, todo mientras los verdaderos PRIMEROS CIUDADANOS DEL PAÍS, la BURGUESÍA BUROCRÁTICA que el propio Chávez encabeza, engrosa sus cuentas y acumula bienes, los adquiere con dinero del Estado, de todos nosotros o los expropia, que es una nueva y pseudo legal forma de nombrar el hurto que ejerce a diario este Gobierno Forajido.

Así pues, ni primero, ni segundo y no sé de qué número quedamos, pero para este gobierno, los maestros estamos para reproducir el discurso panfletario del líder y para subsistir arrodillados con las manos extendidas implorando migajas, mientras vemos como se nos cae el país encima, mientras, con nuestra moral quebrada por la necesidad nos seguimos hundiendo en la peor miseria, la del que perdió su capacidad de lucha y se postró a esperar…

martes, 15 de diciembre de 2009

NO ME LLAMEN "EL GRINCH"




Illich Sánchez


Navidad, época de compras impulsivas, sonido de tamboras, estruendos pirotécnicos, inserción al menú cotidiano de exquisiteces típicas de este tiempo entre las que se cuentan hallacas, pan de jamón, dulce de lechosa, entre otras, las cuales se sirven desde quién sabe cuando. Hay que pintar la casa, montar el arbolito, el nacimiento y las luces titilantes, además se requiere forrar la puerta con papel de regalos, los chamos escriben sus deseos y los padres entran en disyuntiva cuando el juguete deseado excede la posibilidad familiar, cómo decirle al chico que su pedido sobrepasa el presupusto del Niño Jesús, sin que el muchacho, cada vez más pila (evolutivamente hablando), se percate del origen real del probable obsequio. En fin, cosas más cosas menos, la estandarización social a la que solemos llamar cultura, nos dicta entrar en la lógica navideña, a lo que vamos sin mayores reflexiones, así como se suele actuar socialmente, por inercia.

Todos parecemos esperar la navidad para descansar, aunque lo que nos venga sea pasar horas en los centros comerciales cargando docenas de bolsas o reventarnos haciendo las inevitables reparaciones del hogar, esperamos los aguinaldos aunque éstos no pasen el 15 de diciembre y siempre se nos quede una, dos, trescientas cosas sin poder comprar, esperamos la comida para engordar sin sentimiento de culpa y con la promesa de autoflagelarnos en enero, donde todos los días será un buen lunes para empezar la dieta.

A pesar de los cientos de niños que se queman las manos y el rostro todos los años con los fuegos de artificio, vamos directo a los puestos que los expenden y adquirimos los más peligrosos para darselos con amor a los crios, y así ver sus inocentes caras de alegría al producir detonaciones con ondas expansivas, les compramos matasuegras, bin laden o cualquier dinamita con el mote que el comercio informal organizado decida nombrar al producto balístico de moda.

Este año la atmósfera navideña nos arropa con los efectos del calentamiento global,pues hasta bien entrado diciembre no ha hecho mucho frío, en contraposición un calor agobiante calcina en las horas (24) de tráfico más heavy, aunado a esto, los cortes de agua y luz por culpa única del "NIÑO" y de más nadie, nos van enseñando cómo viven los beduinos, los camellos, los cubanos, eso es integración cultural ok. Pero no sólo son los efectos calóricos los que nos intentan estorbar la navidad, en la primera semana del mes en curso, mataron de un tiro en la cabeza a un estudiante en el estado Táchira, fue digna de destacar la no-reacción del "movimiento estudiantil" de casi todo el país ya que salvo algunas aisladas protestas en contadas ciudades, la manifestación general fue de indiferencia, cierto, nos estamos acostumbrando a que nos maten por un lado y por otro, la navidad es época de reconciliación y tal vez por eso se decidió que el crimen de un estudiante en vísperas de las fiestas decembrinas no era motivo suficiente como para intentar una mobilización nacional en procura de justicia.

Por otro lado, hemos presenciado como se destapan unos tras otros (no se destapan, explotan como matasuegras) los escándalos de corrupción en el sector financiero, el cual está controlado por personas de confianza del gobierno (DE CHÁVEZ), desfalcos mil millonarios a bancos que fueron adquiridos con dineros de los ahorristas y del sector público. Hoy la supuesta persecusión de la corrupción emprendida por el gobierno va mostrando los intersticios de las cruentas pugnas entre sectores que manejan el capital del país, es decir, tenemos una burguesía roja rojita enfrentada a sí misma, de un lado está Chávez, sus hermanos y acólitos más genufléxos, del otro lado, ministros, sus testaferros (hermanos, familiares) que compan caballos purasangre y usufructan las tierras que han venido expropiando sistemáticamente en estos últimos (ojalá) años de revolución, otra banda en pugna, la conforman proveedores del gobierno(de MERCAL, PDVAL, por ejemplo), contratistas, tribus judiciales, mafias militares, todos han acechado como hienas el realero que trae el petróleo, pero hoy en tiempos de baja en los precios, se atropeyan y escurren las culpas mientras Chávez en cadena, alardea de los "logros" de la revolución y nos manda a bañar con totuma, en tres minutos.

Quizás y de seguro sea yo un muy mal lector del momento político, pero, no serían el escándalo financiero que ha dejado más de setecientosmil ahorristas a la deriva, la muerte de estudiantes a manos de los asesinos que defienden al gobierno, la merma acelerada en la calidad de los servicios públicos que el Estado administra (agua, luz, distribución alimentaria, calidad de las vias), la rapiña encarnisada de los personeros del alto gobierno, unos contra otros, los más de cien muertos semanales por causa única de la violencia delincuencial, sólo en Cararcas, las arvitrariedades que se han cometido con la seguridad social de cientos de miles de trabajadores a los que se les ha despojado del HCM para suscribirlos a un sistema se salud fantasma, desorganizado e ineficiente, reitero, no serían todas éstas, causales de peso como para que la población estuviera pensando en más que en seguir la rutina y el standar de la lógica navideña.

So pena de ser tratado de Grinch por apuntar sobre lo engorroso que me resultan las tradiciones decembrinas, debo aclarar que me gustan las gaitas y la comida navideña, lo demas lo obviaría si pudiera, más como ocurre con la mayoría de las prácticas culturales, ésta no es escogida por uno, no puedo querer vivir un junio en diciembre, sin embargo, valdría la pena reflexionar en torno a un buen número de situaciones las cuales son tocantes a todos, nos afectan, nos cortan la nota navideña incluso, pues ahí donde cien madres lloran a sus hijos asesinados todas las semanas, ahí donde setecientos mil ahorristas no tienen cómo comprar el obsequio a sus hijos, ahí donde los aguinaldos han sido pagados de forma fraccionada, dilatada e incompleta a cantidades de trabajadores en todo el país, ahí donde la indigencia crece y le toca ponerse un gorrito de Santa a fin de salir a pedir ataviada acorde al momento, lo que se nos ocurre es seguir inmersos, inermes ante el devenir como ha sido la tendencia de éstos últimos tiempos de resignación.