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| La Dama-Auguste Rodin-1884 |
el sueño de los tiempos
pétrea y sin pudores
abandonada y pálida
bañada de auroras
cobijada por párpados insomnes.
Ella parte
sin que nadie lo sepa
se enfría de a poco
se disipa
borra sus huellas de la arena
huye,
al final ella escapa.
Ella inmóvil
ella oráculo de ningún futuro
vestida de ausencias
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| Venus dormida-Luis M0ntero-1852 |
antigua y potente
muda elocuencia
libertad de caderas
ella impune
culpable y altiva.
Ella gime
se encorva
como si luchara una batalla despiadada
ella vence
renace
se yergue.
Ella muere.
Illich
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