martes, 3 de mayo de 2011

Sobre el Tema del Momento y Otras Controversias.


Los últimos días han estado sucedidos de noticias muy altisonantes, las cuales han perfilado y moldeado el tono y el ritmo de las conversaciones de pasillo en las universidades y centros comerciales, en las oficinas y otros lugares de trabajo, también en los bares, restaurantes sitios de confluencia pública donde quien quiera que se acerque a un grupo, encontrará y se sumará a los interlocutores disertando en torno a más o menos las mismas cosas, también en las redes sociales, esta tendencia se deja ver claramente y es muy seguro que en términos íntimos, en conversaciones de alcoba o de sofá, las parejas dediquen algo de su tiempo a alguno de los temas de “moda”.

Por estos días la gente habla de cosas como, los aumentos de salario decretados por el presidente, la Boda Real, las declaraciones de los técnicos del Madrid y el Barcelona y ahora, a partir del lunes 2 de Mayo, se debe sumar el tema de Osama Bin Laden, quizás haya alguna otra temática que en este momento no recuerde, lo cierto es que estos temas también acaparan los titulares de la prensa, se dejan escuchar en los espacios radiales y aparecen con enorme frecuencia en los programas de TV.

Es apreciable como donde quiera que se dedique un tanto de atención aparecen estos temas, llamando a que se opine, se argumente, se bromee incluso, sobre ellos, por nombrar alguno, la cacareada Boda Real, se pudo leer una muy cómica cadena por vía de la “telefonía inteligente” que planteaba qué pasaría si la boda se hubiese realizado en Venezuela, el chiste tenía todos los hilarantes elementos de la retórica del chalekeo criollo, reconozco que sobre el aburridísimo tema de ese matrimonio fue lo único que me importó, sin embargo, era tangible el interés que muchos le dieron al tema, se habló del carruaje, las flores, los millones de Libras Esterlinas que estas millonaria monarquía (caduca como forma política) se gasta, mientras en otras latitudes se mueren los niños de hambre, por cierto. Los programas de farándula remacharon hasta el hartazgo y con el morbo amarillista que les caracteriza la trágica y funesta historia de Lady Di, hablaron del velo real, las zapatillas reales y hasta de las pantaletas reales.

Mientras esto ocurría el monarca local, decretó cual si fuera un Henrique VIII tropical, la dádiva presidencial de un aumento salarial que más bien parecía una oferta de Traki, el 20 más el 10 más el 1,5 de aumento en toda mercancía seleccionada del salario mínimo, la gente por su puesto hablaba de esto, esperaba como nunca en la historia la “cadena presidencial” para ver qué decía Chávez sobre los empleados públicos, los docentes universitarios, las enfermeras, los médicos y un larguísimo etcétera…

Pero, no más que dádivas, minucias, migajas, mendrugos…que además, al momento de ser anunciados eran aplaudidos por la concurrencia cautiva, eufóricos por no saber o sabiendo incluso, que los aumentos no alcanzarían para cubrir los precios de los productos de una canasta básica que cada vez es más inalcanzable. Por lo tanto, acto seguido, comenzó el debate, en más de una esquina se pudo escuchar alguien diciendo “Den gracias que les aumentaron, así es que se gobierna!”, otros con voz de resignación aseguraban “Por lo menos, algo es algo, peor es nada” mientras una tercera ola de opiniones acusaron la estafa diciendo “Esteban lo que quiere es arruinarnos a todos” y otras tantas cosas por el estilo.

Por otro lado, pocos han sido indiferentes a la guerra mediática y en segundo plano futbolística que se ha suscitado entre los clubes más importantes de la liga de futbol de España. Lo que pudo ser una fiesta deportiva, ya que dos de los dos clubes más caros del mundo que contando con los mejores jugadores del momento y haciendo un futbol de gran calidad, tuvieron la oportunidad inédita de enfrentarse cuatro veces en tres semanas y obsequiar a todo aquel que admire este deporte un espectáculo de altura competitiva, pero no! La opción tomada fue la de mover la atención al terreno de a las declaraciones, es decir que pusieron a la gente, a los medios, a todos, a hablar de lo que los técnicos (principalmente Mourinho) hablaban. Dimes y diretes se sucedían en las salas de prensa, mientras en el campo, una guerra de patadas, insultos, persecuciones al árbitro, fingimiento de faltas y otras brusquedades y torpezas, era lo que terminaba ocurriendo y por consiguiente, después iría a ser debatido en los medios y en la calle, con la misma virulencia que se vivió en el campo de juego.

Debo confesar que muchas veces quise ser Puyol y patear al primer Pepe que se me cruzaba en el camino, cuando lo sano es que cualquier fan del Barcelona, como es mi caso, estuviera fantaseando con ser Lio Messi y salir driblando contrarios desde el área propia, verlos caer ante las gambetas, llegar al arco rival y hacerle un sombrerito a Iker, por lo menos tres veces en cada juego, por el contrario, la espiral de violencia verbal y física me motivaba a creerme una suerte de Dragon Ball Z Blaugrana o un guerrero de Mortal Combat Culé que pudiera hacerle un fatality a Cristiano Ronaldo y sacarle las vísceras y la columna vertebral cada vez que iba a cobrar un tiro libre, no puede ser… Por más despreciable que sea este atleta, uno no puede estar pensando en salir a hacerle un Fatality al primero que se atraviese con las cejas sacaditas.

Del clásico de la liga española a la muerte de Osama Bin Laden, hoy nos ocupan los comentarios en torno al suceso del momento, el asesinato por parte de las fuerzas especiales norteamericanas del terrorista más buscado por el pentágono y la C.I.A. Llueven los mensajes por los celulares, unos planteando dudas, celebrando en otros, haciendo chistes los que más y todos cuentan algo sobre Osama. En internet, fotos de Bin Laden en una playa con una piña colada entre las manos, del mismo sujeto abrazado con Barak Obama o con Chávez y unos cuantos montajes del “cadáver” atiborran casi hasta el colapso la red. En los lugares de siempre la gente comenta, bromea, declara con absoluta seriedad “a ese no lo mataron”, “ese es un agente de los gringos”, “bien hecho… se hizo justicia” y pare de contar, opiniones sazonadas por comentarios mordaces, otros plantean sus teorías de conspiración, tejen relaciones de todo tipo, algunas suenan lógicas y otras se muestran sumamente ficcionales y hasta incluyen profecías apocalípticas e invasiones extraterrestres.

El fin de este artículo es disertar sobre la tendencia que van tomando las especulaciones de rutina en el medio social, es decir, hablar sobre lo que actualmente ocupa a la población al momento de dirimir en grupo sobre alguna temática de común acceso e interés, muchos tienden a pensar que la pauta sobre lo que es de común interés en los ámbitos societales la marcan los medios de comunicación, es decir, los medios nos ponen a hablar de lo que ellos deciden, pienso que el asunto es más complejo, hay una circularidad en esto, uno no puede saber del todo donde comienza y donde termina, si bien los medios tienen intenciones, también son obligados por las circunstancias a comportarse de una manera o de otra, finalmente tampoco me obsesiona saber quien le puso el cascabel al gato, sino más bien cómo se comporta el felino con el cascabel puesto, es decir, aquí lo que me parece fascinante es cómo podemos engancharnos en un proceso comunicativo que nos lleva desde lo vital a lo banal, banaliza aspectos esenciales de la vida y los trivializa, mientas cosas aparentemente superfluas se convierten en cuestiones muy serias.

Hablamos de jugadores de pelota como si fueran nuestros conocidos, nuestros familiares, diluimos temas trascendentales como el de nuestra economía con la ligereza de quien endulza un café mientras conversa con desconocidos en una panadería, de ahí saltamos a hablar de terrorismo como si Osama fuera el malandro del barrio y luego de la boda real o de Kate Middleton como si se tratara de una prima, habrá quien piense, tal vez con mucha razón, que de no ser así viviríamos tan sumidos en nuestros problemas, deprimidos, que los porcentajes de suicidio se tornaran altísimos. Otros se inclinan a pensar que por vivir pendientes de estas misceláneas es que muchos son simplemente ovejas del gran rebaño de los eternamente engañados por los piratas de la política o de los emporios del comercio global.

En fin, lo que aparenta ser cierto es que cuando un tema se instala en el interés colectivo, éste se esparce de manera vertiginosa y nos atrapa de una forma en la que casi sin darnos cuenta nos convertimos en esponjas para absorber todo cuanto se comente al respecto, sin percatarnos estamos devorando información relacionada al tema y de inmediato somos cuasi expertos en la materia, autorizados por el mismo modo ligth de ser de la época a expresar nuestras doctas opiniones sobre lo que sea.

Así las cosas, que viva la pareja real, que alcance el aumento, que muera Osama y que pierda el Madrid!

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