Estrategia o Naturaleza
Muy
bien lo acepto, he mordido el anzuelo y voy a escribir sobre lo que
presuntamente, y según algunos amigos, Maduro quiere que escriba. Voy a caer en
el inevitable debate sobre si él, Nicolás, “es o se la da”. Por cierto de una
vez aclaro que mi posición inicial es que el citado usurpador es tan bruto, ignorante
y desatinado como nos está haciendo ver. Cualquiera criticará este análisis,
quizás con razón, por el hecho de que estoy partiendo desde una posición
tomada, obviamente mis “amigos” chavistas volverán a decirme subjetivo y
parcializado, sumado esto a los insultos
de ley (como dicen por ahí, AY SÍ!! Como si no se supiera de cual lado sitúo mi
crítica, además, a mi no me corresponde ser imparcial porque yo no soy arbitro
de nada, mucho menos, rector del CNE)
Es
una voz colectiva y recurrente la que exclama que mientras regalan el Esequibo,
el dólar paralelo (eso no existe, usted no lo leyó, ok!) aumenta de forma
desproporcionada, los productos de la cesta básica siguen escaseando y los
asesinos se consolidan como amos de las calles, uno continúa aquí, en esta
trampa para tontos que supone el seguir la vertiginosa sucesión de barbaridades
que dice y hace el señor que ilegítimamente se quedó con el poder en Venezuela/Aleuzenev.
Tienen algo de razón, no lo niego, otros le suman a esta crítica una que orada
en las raíces antropológicas de la idiosincrasia de los venezolanos, estos son
los que dicen que los que nos oponemos al régimen no pasamos de ser activistas
del twitter, el facebook y de otras tantas redes sociales, que vivimos de
chiste en chiste, en una circularidad paródica que nos encierra entre las
estupideces de Maduro y la estupidez de solo estar pendiente de ellas.
Bien,
entre estas dos aguas se debate el asunto, uno más entre todos los absurdos y contrasentidos que conforman esta metáfora
de país al revés que llamamos Aleuzenev, donde lo lógico sería tener un
mandatario que actuara como tal y una población concentrada en trabajar,
crecer, vivir y no en buscar trabajo, medio mantenerse y sobrevivir. En lo
personal soy de aquellos a los que gusta de reír de las idioteces del personaje
y no por eso dejo de tener una posición seria ante los gravísimos predicamentos
de nuestro país, me la paso en el twitter y el facebook presentando mis
opiniones sobre la, para mí, tragedia que implica el que llevemos 15 años con
un régimen en perpetuidad, con unas instituciones tramposas y unos dirigentes
cuya única dedicación es su enriquecimiento, ilícito y grosero, para mayor fatalidad
de todos nosotros, los venezolanos o aleuzenevianos que tenemos que soportar la
macro incoherencia de tener como presidente al bufonesco Platanote.
Ahora
resulta que hay quienes aseguran que todos los errores lingüísticos,
geográficos, heráldicos, diplomáticos y asociados al equilibrio del Zar Nicolás
son parte de una estrategia orquestada por G2 cubano para generarle popularidad
al susodicho y también, para desviar la atención sobre estos desaciertos, y así
solapar los verdaderos errores y abusos de su práctica política. Con todo
respeto, eso es tan ficcional como las tesis de magnicidio, lanzadas por el
capo Diosdado Corleone y por el propio Maduro una vez al mes, como si se
tratara del periodo menstrual de la revolución roja rojita.
Dicen
que la cosa es a propósito, que al Nicolás hablar de MILLONES Y MILLONAS o
cuando quiere que Cristo le multiplique los penes, en realidad él está
consciente de lo que está diciendo, que ese es el guión que le pasan y el tipo
lo repite y vuelve con una nueva antes de dejar pasar una semana, luego se
arroja de una bicicleta y así sucesiva y velozmente como parte de una
estrategia diseñada maquiavélicamente por sus asesores (vergüenza para su
tocayo renacentista). Quisiera creerlo, porque de verdad es difícil de asimilar
que pueda ser presidente un arlequín que confunde un estetoscopio con un telescopio
y que habla con pájaros. La gran pregunta es PARA QUÉ? ¿Para qué va a hacer
todo eso de forma deliberada, por popularidad? No conozco mucha gente que haga
otra cosa que llevarse las manos a la frente con expresiones de vergüenza,
indignación o rabia. Otros, los más irresponsables, los chavistas pues, me han
dicho “cualquiera se equivoca, el es un ser humano” Verdad chico!
Regresando
al punto, aun no conozco al primero que me diga “Coño vale, que nota cuando
Nicolás la caga, que orgulloso me siento porque yo hablo así”. Aquellos enchufados
que se lucran en sus puestos, con sus trampas y corruptelas y que con Chávez
tenían la certeza de que estarían ahí por siempre, ahora dejan entrever la
incertidumbre, se les cuela la duda sobre hasta cuándo va a aguantar este
payaso montado en el poder. Es decir, está difícil que venir a decir “cadetos y
cadetas” le granjee al ilegítimo una devoción caudillezca basada en la empatía sentimental
de la cual los pueblos latinoamericanos son tan prolijos en historias y
personajes.
Nos
queda entonces el efecto distractor, el cual podemos resumir en una premisa
simple “todas las metidas de pata de Maduro se hacen ex profeso, con la
intención de virar la atención de la opinión pública, centrarla en sus locuras
y alejarla de los reales problemas del país” Lo primero que puedo rescatar de
esta premisa es que entonces, Maduro no es tan bruto como nos hace ver, si no
lo es, entonces ¿es una forma de vida inteligente? Él sabe dónde queda Cumaná,
con qué se auscultan los latidos del corazón y también sabe que multiplicar los
penes más allá de convertir la tierra en un paraíso para la comunidad gay
también generaría un desorden demográfico tremendo en los moteles del amor. ¿Maduro
sabe cuál es la bandera de Cuba y entiende el asunto lingüístico del género y
número? Cuesta creer que él mismo y sus asesores, asesoras y asesoritos, se han
propuesto darle a su esperpéntica figura un revestimiento de ignorancia que lo
haga aun más grotesco y sórdido de lo que ya es, que debajo de esta coraza el
tipo es una lumbrera, un genio vacilador que nos ha tendido una trampa para que
lo subestimemos.
Finalmente,
todo lo que este sujeto hace es una impostura que alberga el malévolo objetivo
de ocultar todo cuanto ocurre en el país, pero ¿es posible ocultar tantas
calamidades? ¿No siente la gente lo que están costando las cosas? ¿Se consiguen en el mercado los productos de
la dieta diaria? ¿Transitamos las calles sin temor de quedar en medio de la
próxima balacera? ¿Hay confianza en las promesas de solventar el mega problema
eléctrico? ¿Funcionan los hospitales? ¿Ha
mejorado el drama carcelario y la administración de justicia? ¿Funciona a tope
el sistema educativo? ¿Ha bajado la inflación? Todo eso lo vivimos, son
realidades inocultables, no hay nada, ni bufón que tenga el talento para evitar
que la gente se entere y sufra todo esto, el gran problema es que gran parte de
la población se ha acostumbrado a vivir con poco, con migajas, a conformarse y
encogerse de hombros, no todos, pero muchos sí.
De
manera que, no me creo que debajo de cada barrabasada de Nicolás exista una
intención planificada por él y los suyos para que no nos concentremos en “los
grandes problemas del país” pues, es que el mayor problema del país sigue
siendo que ellos están en el poder, cuál sino ese es el máximo problema que
tenemos. Todos ellos mandando con sus complejos, con sus ineptitudes, con sus
intenciones de perpetuidad y sobre todo, con su desaforada ambición y rapacidad
por el dinero, su apetito corrupto que todo lo corroe y que gracias a él se
siguen aferrando al poder, comprando consciencias y silenciando, por el medio
que sea las voces disidentes.
En
esta parodia que se llama Aleuzenev, mundo al revés donde quien persigue la
corrupción lo hace montado en un BMW que no se ganó trabajando precisamente,
tal vez aquello que es auténticamente genuino es que cada caída de bicicleta,
cada incongruencia pronunciada, cada embarrada puesta por Gorilón sea lo único
que le sale tal como se le ocurre en vivo y directo o directa, en cadena
nacional y nacionol.
Illich
Sánchez
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