lunes, 17 de junio de 2019

LAS MANOS DE SÓCRATES

La escuela de Atenas-detalle-Rafael Sanzio (1510-1511) Fresco
Sus manos aparecen como enumerando algo, virtudes, tal vez, o quizás sean faltas a éstas, lo que posteriormente va a llamarse pecados. 

Probablemente Sócrates (470-399 a.C) se empeña en colegir un argumento emanado de su interlocución con algún aprendiz u otro pensador en un acalorado debate escenificado quizás en el mercado de Atenas, donde le gustaba ir a no comprar nada o en la propia Ágora, sede de su ascenso a la fama y también,el patíbulo donde fue condenado al brebaje mortal extraído de la cicuta.

Eso hacía Sócrates, ejercicios dialécticos,debates en los que se dedicaba a desmenuzar las certezas de sus contertulios a desvelar lo aparente, los equívocos, lo pueril en la voz de aquellos que decían saber y se decían sabios a sí mismos. Incluso, mucho de esto hizo en su propio juicio, volteó los argumentos de sus acusadores, esgrimió una réplica que desnudaba su ya preestablecida condena por un poder que lo quería fuera. A sus adversarios y verdugos, los sofistas, les denunció aduciendo "...Para qué he de defenderme si vosotros ya me habéis condenado"

El ateniense hurgaba las almas de sus discípulos para extraer de éstas sus talentos soterrados por la tradición, por el mandato de un orden social en el que cada quien era portador de un oficio conferido por sus ancestros desde el mismo momento de nacer.

Sócrates, quien reclamó para sí el apodo de El Tábano de Atenas, un moscardón, insecto fastidioso que revolotea en torno al ganado y lo atormenta con su ir y volver, persistente, terco... De esa forma se veía a sí mismo, como un sujeto fastidioso, cuya siembra en quien le escuchaba era LA INQUIETUD, LA ZOZOBRA, LA DUDA,  y de éstas,LA CURIOSIDAD, el reto y la intención de salir de la caverna en procura de la luz del entendimiento, y del auto conocimiento.


Sócrates frente a Alejandro Magno- La escuela de Atenas-detalle- Rafael Sanzio 1510-15011


Ese es el Sócrates que conocemos primero por Platón en mayor medida, por Jenofonte y posteriormente devenido en el paladín del pensamiento occidental, un filósofo titánico encumbrado por puro merecimiento en el Olimpo del pensamiento occidental, el que señalaba como principio de La Sabiduría el reconocimiento de la ignorancia propia. Aquel que nos dejó dicho "Es mejor sufrir cien injusticias antes que cometer tan solo una" 

Van a transcurrir más de dos milenios para que aparezca una crítica feroz en contra del ateniense, y es que cuando Nietzsche (1844-1900) en su obra El Origen de la Tragedia haga recaer sobre Sócrates la responsabilidad y culpa del deterioro de los Valores Aristocráticos en el mundo griego y la suplantación del Ideal Estético/Artístico de vida por el que va a llamar el alemán, pathos de la decadencia occidental, ya habrá corrido muchísima agua por los ríos del tiempo. 
Sócrates y Nietzsche


Para Nietzsche no solamente Sócrates había inaugurado una tradición donde La Verdad va a ejercer un dominio tiránico como lógica de sentido, sino que, el ateniense va a imponer su propia estética desarrapada, su figura rechoncha, sus hábitos del descuido, cosa que contravenía la cultura de un pueblo donde la belleza y su búsqueda había sido faro y centro de todas sus representaciones, tanto en las artes como en la vida cotidiana.

En lo personal considero que en Sócrates hay mucho más que rescatar antes de desdeñarlo, aunque no deja de tener razón Nietzsche cuando lo ataca con tal virulencia. La llegada de Sócrates parte a La filosofía en dos, y la re/sitúa en un redil que pone al Hombre en el centro, mas no a cualquier Hombre, sino al que Sócrates dicta, uno para el cual la Belleza, La Verdad y La Virtud subyacen como valores intrínsecos, del alma, y ya no más como valores estéticos. 

En cuanto a la enseñanza, en Sócrates hayamos una idea central APRENDER ES OLVIDAR MUCHO DE LO PREVIAMENTE ASUMIDO POR CONOCIMIENTO, Y EN TAL SENTIDO, PARIR UN NUEVO SABER, Y PARIR, OBVIAMENTE DUELE. A esa forma de enseñar/aprender, se le llamó MAYEÚTICA (parir ideas), y sin duda concebir así duele, duele dejar lo que se cree saber y por tanto tiempo nos pareció "normal", "natural". No obstante, las manos de Sócrates están ahí para ayudar con el parto, para dejarnos ver que el dolor tiene un sentido, el de parirnos a nosotros mismos, trabajosamente, traernos al conocimiento, a la luz.

Como dijo un gran amigo, Sócrates es el ejemplo que todos ponen sobre cómo debe actuar un buen maestro, pero sería el primero al que rechazaría la mayoría si le tocase en una hipotética clase. La razón de esto es que él se enfrentaría de forma radical y violenta en contra de los prejuicios, de la ignorancia que conforta a la masa, de la flojera, de lo ramplón, del reggaeton y sobre todo, se mofaría del trap y de los Reality Shows.


La Escuela de Atenas- Rafaél Sanzio- 1510-1511- Fresco- Estancia Papal Vaticano

Las manos de Sócrates tuvieron finalmente que levantar la crátera de cicuta, brindar  con ella y llevar a su boca la infusión que le quitó la vida, una vida que él mismo asumió, no valía la pena vivir en la vergüenza de un convicto, mucho menos a su edad, por lo que valoró hasta el último instante la dignidad, la vida siendo bien vivida, de acuerdo a los actos de conciencia, de justicia y de razón. 

Es por todo esto que se inmortalizó, por lo que sigue siendo un pilar del pensamiento y un paradigma de heroicidad moral. Las manos de Sócrates hoy aun enseñan, dirigen, nos confunden, nos interpelan, nos tientan e invitan a conocernos a nosotros mismos.


Illich

2 comentarios:

  1. Estimado colega, muy interesante la historia, verídica y no es interesante por lo que plantea, el cuestionarlo todo y siempre buscar allá de lo evidente, la verdad me gustó mucho y como siempre poniendo antecedentes históricos con un discurso muy pulido y destacable

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  2. Excelente análisis, para mi Sócrates es un extraordinario patrón a seguir, nos muestra que no es necesario ser religioso para identificar qué es correcto y qué no, que el profesar las leyes y cumplirlas es lo más parecido a la fe que muchos profesan, de que vale salvar su vida si tiene que vivirla en las sombras, si lo que importa no es lo que los demás crean correcto sino lo que le dicta su propia conciencia. Vale la pena vivir sabiendo que lo que se hace va en contra de lo que sabemos que no es correcto?.
    Gracias por tan valiosa información.

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