martes, 24 de noviembre de 2009

Estudiantes de Catálogo, Profesores de Manual



ADVERTENCIA: lo que van a leer puede que moleste, aunque reconozco que la generalización suele ser altamente irritante, me arriesgo y pido disculpas si ofendo, quién no se vea reflejado por favor tenga mi saludo y sincera deferencia.



Han sido varias las ocasiones en las cuales al llegar a mis cursos de Sociología o Filosofía en la universidad, he visto en la tabla del pupitre de muchos de mis estudiantes un catálogo, es decir, una revista pequeñita de estas que van mostrando en sus páginas y a todo color, los productos, precios y modelos de marcas determinadas, con el fin de programar el encargo y forma de pago con la que el cliente se hará de aquello que previamente ha seleccionado. Situado ahí, compartiendo lugar con el material de la clase o incluso, como único elemento que acompaña al educando en el momento de comenzar la sesión, el catálogo de alguna empresa cuya estrategia de venta requiere el estudio minucioso de dicho "texto", se muestra ante mis ojos, cada vez con más frecuencia.

Los hay de muchos tipos, de cosméticos, ropa interior femenina, de utensilios para el hogar y pare de contar, estos manuales de compra/venta de productos que nos hacen "la vida fácil", y a su vez sirven para el necesario rebusque (acción prioritaria en tiempos y economías actuales), no se puede dudar, forman parte de la utilería diaria de no pocos estudiantes universitarios. Al verlos en las mesas de las aulas de un instituto de educación superior, me resultan discordantes y me obligan de inmediato la interrogante, ¿será que un catálogo de brassiers se acomoda más a la realidad de nuestros estudiantes universitarios que cualquier obra de la literatura universal?.

El análisis postmodernista del status de crisis de la cultura occidental nos permite llegar a discernir sobre qué nos puede estar avisando la presencia de los citados libelos en las manos de los que supuestamente deberían estar inmersos en el mundo académico. El malestar de la cultura, el cual se expresa en las subsecuentes crisis de la autoridad del conocimiento, de la micro economía, de las instituciones, crisis de las que no se escapan las universidades, y que han ido erosionando el propio sentido de lo que es ser ESTUDIANTE, lo ontológico propiamente dicho del acto de educarse a nivel andragógico, el cual debería consistir en encontrarse a diario con saberes especializados y con elementos de la llamada cultura general, en espacios prestos para el desarrollo de las diatribas teóricas, ideológicas, artísticas y poéticas. Dichos recintos hoy no parecen fungir como tales, por el contrario se muestran hostiles, calurosos, inconvenientes para poner en circulación ejercicios del pensamiento y la sensibilidad.

Todo esto ocurre sin mayores sobresaltos, los catálogos se van dejando colar hasta llegar a los sitios donde los estudiantes deberían tener sus textos de consulta y las obras que en cualquier caso, por escasa que fuera la cultura lectora, deberían ser imprescindibles para "entender" el mundo.

A riesgo del dolor que esto pueda causar a algunos, incluso a mí, a mí en demasía,cabe preguntarse, ¿será que hoy se puede entender el mundo tan sólo con leer manuales de hágalo usted mismo, catálogos de AVON, de TUPPERWARE, CYZONE u otras especies del mundo de las ventas por encargo? Iremos más allá, ¿será necesario hoy por hoy entender el mundo a través de los libros?. Me refiero a lo siguiente, da la impresión de que una persona corriente se puede levantar por la mañana, hacerse el aseo personal, tomar el desayuno, abordar su vehículo o el transporte público, llegar al trabajo o a la universidad, transcurrir el día en sus labores, regresar a casa, compartir con los suyos, ver la tv. e ir a dormir, y así volver una y otra vez, todos los días de un mes, de un año, de toda su vida, sin prestar la atención más mínima a lo que dijeron Homero, Lope de Vega, Cervantes , por nombrar algunos clásicos de la literatura universal. Es decir, se puede vivir por toda una vida creyendo que García Márquez escribió Doña Bárbara o mejor aun, como en el caso de la inefablemente bella Miss Antióquia, cito: "Confusio fue el señor chino o japonés que inventó la confusión".

De esta manera sería posible explicarse, al menos someramente, por ejemplo, cómo los estudiantes no encuentran relaciones entre los pensamientos producidos en el Siglo de las Luces francés (S.XVIII) y los acontecimientos políticos del siglo XIX en Venezuela, pero cómo pedirlo si ya hay bastantes problemas para que muchos encuentren distinción entre las palabras AY (expresión admirativa), HAY (conjugación del verbo haber) y AHÍ (adverbio de lugar), sin que esto les mortifique, en realidad, sin que les importe en lo absoluto.

Para ser justos, y sin temor a que nos aplaste la crítica gremial, tendríamos que preguntarnos, cuánto de responsabilidad tenemos los profesores como parte del sistema educativo, como tutores de los saberes que se deberían dictar y compartir en la clase, cuánta responsabilidad tiene un profesor que no lee los trabajos de sus estudiantes, no se afana en asignar, discutir y analizar lecturas ajustadas al nivel de exigencia que debía tener el estudio universitario, cuántos de nosotros, no dejamos de dar cardinal importancia a los textos matrices de nuestras especialidades y en su lugar preferimos compendios de tipo resumen o peor aun, qué pensará un docente universitario cuando manda a leer textos de AUTOAYUDA como material de consulta y análisis en sus respectivas "cátedras", digo análisis de forma peyorativa pues, ¿habrá mucho o algo que analizar de un manual de pasos para la felicidad total como lo son los libros de Paulo Coelho?, ¿qué tiene EL SECRETO, en cualquiera de sus versiones (video o texto) que ver con LA UNIVERSIDAD, en términos de exigencia para la mente, de reflexión, de profundidad intelectual?

Obvio, no hablo de todos los profesores, tampoco de todos los estudiantes, los hay de unos y otros que se esfuerzan por producir conocimientos, por profundizar los saberes, por gestar una universidad dentro de nuestra universidad, a pesar de las condiciones a veces tan adversas, pues ya sabemos lo difícil que resulta filosofar, resolver teoremas y hacer poesía en 40 grados de calor bajo la sombra, dentro de un salón situado a metros de una avenida con todos sus ruidos y con las consecuentes interrupciones semanales, diarias, perennes, que nos agobian, "protestas", delincuencia, falta de dotación, todas soportables si se les compara con la falta de voluntad para el estudio y el trabajo académico.

Los Estudiantes de Catálogo y los Profesores de Manual, se esfuerzan por no esforzarse, se empeñan en la trampa, en ponerle una celada a la inteligencia, "vivos", sí, al estilo de TÍO CONEJO, se creen la ilusión del "erudito de supermencado" como dice Arjona, pretendiendo conocer sobre lo que no han estudiado mientras se encargan de repetir frases de "lugar común" las cuales van ajustando a todas las circunstancias que les acaecen, son conocimientos plegables, desarmables y fáciles de guardar así como algunos de los productos de venta en los catálogos y recetas totalizantes como las de los manuales de "hágalo usted mismo", hágase profesional en diez fáciles pasos y si no puede, entonces, "la Culpa será de la Vaca."



Illich Sánchez.







lunes, 16 de noviembre de 2009

"PROTESTA" (entre comillas)

Illich Sánchez.

Se suponía que la creación de este blog tendría como propósito, el de publicar textos gestados desde distintos ámbitos del pensamiento y el arte, poesía, filosofía, sociología, crítica de cine y también política. No obstante, la dinámica de los acontecimientos me ha atrapado un una monotonía temática, la cual aburre, lo sé, y termina haciendo predecible el discurrir de mis últimos escritos. La política, pero una, lamentablemente no vista como ese arte de vivir juntos del que Aristóteles se sirvió para mostrar su modelo de organización social, hablo de la política pedestre, de la diplomacia de puntapiés, de la retórica que intenta justificar un no-vivir, un sobrevivir de gentes dispersas, procurando espasmódicamente quejarse ante la avalancha de atropellos que se ciernen sobre tantos y tantos, convertidos en indiferentes a fuerza de impotencia o de comodidad, por qué no.


Sin que nadie viniera a contármelo, hoy presencié en mi sitio de trabajo “Instituto Pedagógico de Maracay”, como dos sujetos, uno de ellos encapuchado, otro a rostro descubierto, arrojaban piedras a vehículos en movimiento, carros que no pertenecían a ningún ente de seguridad del Estado, carros civiles que circulaban con el consentimiento de la policía, quien extrañamente les permitió trasladarse por la avenida las delicias a pesar de la “protesta estudiantil” que ejecutaban personajes ligados a la llamada “Casa Bolivariana”. Los vi, no me lo contaron y podría reconocer al delincuente que haciéndolas de valiente no se encapuchó, lanzaban pesadas piedras que impactaban en vehículos donde seguramente viajaban niños, mujeres, ancianos. La primera pregunta que me surge luego de presenciar esta obra del absurdo acontecer cotidiano de nuestro país, ¿puede alguien que estudie educación por la razón que fuere, lanzarle piedras a un carro desplazándose, haciendo uso del modus operandi de los piratas de carretera más desalmados, sin importar el peligro que pueda causar esta acción cobarde a quienes transiten en los automóviles?


Segunda interrogante ¿en qué tipo de protesta se lanza piedras contra civiles?, fui estudiante universitario, recuerdo que cuando protestábamos la arremetida era de los policías contra los estudiantes y viceversa, jamás advertí que las fuerzas del orden público atacaran un preescolar o un comedor universitario, como es la costumbre de estos tiempos de REVOLUCIÓN, y menos, mucho menos, se vio a estudiantes atacando carros de personas inocentes. La respuesta resultaría muy obvia, “es que no eran estudiantes”, pues bien, pudieron ser infiltrados, pero, dirigidos por quién.


No hay duda, por Hugo Chávez, de cuerpo presente llamando a la guerra, justificando la impunidad, desdiciéndose al negar que dice lo que dice y que hace lo que hace, la responsabilidad es de Él, como cabeza de un aparato institucional vendido y abyecto, de sus lacayos de tarifa semanal que se auto proclaman dirigentes estudiantiles, sindicales, vecinales y gremiales, sin ganar elecciones. Dirigentes sin gente, sin dirigencia, sin masa, ya lo vimos ayer (15-11-2009) en las escuálidas, por vacías y fantasmales elecciones de PSUV, una ruina de partido que transita los mismos senderos por los que están conduciendo al país, senderos ahuecados, oscuros, peligrosos, donde los asesinos que matan venezolanos no les piden el carné del partido como requisito antes de accionar el gatillo, la delincuencia aniquila también a los chavistas, pero ellos tienen la orden de hacerse los locos, no importa que les maten la familia, les caigan a palos si protestan, no importa los roben y extorsionen por casas, créditos y pollos de MERCAL.

Conozco a algunos de los muchachos que hoy estaban en la “protesta” (no era tal, era una pantomima), aprecio a uno de ellos, fue mi estudiante, es noble y soñador, es un Illich cualquiera de hace una década, no lo podría negar, a él no lo vi lanzando piedras a los carros pero estaba con ellos, este muchacho tiene un hermoso hijo y una bella y sensible mujer, también ella fue mi estudiante, le preguntaría a esta pareja de jóvenes padres, volviendo a esta parte de mi mono/tema, ¿y si en uno de esos carros, golpeados para hacerlos perder el control hasta estrellarse, se estuviera trasladando una familia joven con uno o dos niños hermosos?, le preguntaría a los “líderes” la llamada “Casa Bolivariana”, ¿Cuál socialismo atacaría a los estudiantes de su universidad, como lo hicieron ustedes apoyados por “estudiantes” de otras supuestas casas de estudio, como ocurrió fatalmente el 12 de Febrero 2009?


Luego de todo este compendio de interrogantes, me atreveré a hacer unas últimas preguntas, las creo la clave, y más difíciles de responder incluso, ¿cuánto más tenemos que soportar tanta impunidad?, ¿cuán culpables somos aquellos que no hemos podido crear una alternativa sólida?, ¿cuánta indiferencia ante lo que directamente no nos ocurre aun cuando por todos lados broten los efluvios de este infierno en que se nos ha convertido el país?

martes, 10 de noviembre de 2009

EDITORIAL- NOS HABLA DE GUERRA.


Si bien es muy certero el adagio que reza que la Historia la escriben los vencedores; esta afirmación asume que desde el manejo del poder se produce la narrativa de los hechos ocurridos que prevalece para la posteridad, también resulta innegable, que tener una mínima conciencia de los eventos sucedidos en el pasado nos puede dar luces a fin de prefigurar perspectivas algo lúcidas sobre lo que ocurre en nuestra contemporaneidad.

Por qué planteo esto como principio de mi reflexión, pues bien, cuando revisamos algunos sucesos propios de la historia latinoamericana como la Guerra de las Malvinas-1982 (Argentina vs. Gran Bretaña) y nos enfocamos en sus causales más íntimos, nos estrellamos contra una serie de situaciones que se pueden estar repitiendo en este momento en Venezuela (SÍ, voy a hablar otra vez de Chávez).

Sucede que la Dictadura Militar Argentina, luego de haber implantado un régimen de terror que incluía entre otros desmanes, el asesinato político, la tortura, la desaparición forzosa de miles de personas, el control de los medios de comunicación, del aparato educativo y productivo del país austral durante décadas, al verse acorralada por la presión internacional, el despertar de una población que comenzaba a romper el cerco del miedo y la imploción de su sistema de casta militar totalitaria, tuvo la genial idea de atizar un conflicto bélico, nada más y nada menos que en contra de Gran Bretaña, segunda potencia del eje capitalista en tiempos de la Guerra Fría. Una guerra perdida de antemano. Pero, ¿por qué intentar una conflagración desde una posición armamentística, logística y económica claramente desventajosa?

Precisamente aquí reside la necesidad de prestar un poco de atención a la historia, eventualmente, ciertos regímenes políticos han utilizado el recurso de ir a la guerra con el objetivo de alimentar un sentimiento nacionalista el cual sirva para cohesionar a la población en torno a la idea de defender la patria y así desviar la atención colectiva de los asuntos tocantes a las crisis internas, los problemas sociales, económicos y políticos, hacia una matriz de opinión encausada hacia la salva guarda del orgullo nacional y la defensa del territorio.

El régimen argentino, haciendo uso de una discursividad que incluía el argumento de la defensa de las soberanía nacional, la cual se encontraba mancillada por la ocupación británica del archipiélago antártico de las Islas Malvinas, comienza una campaña mediática en cuyo seno se exaltaban el orgullo patrio, en torno a un liderazgo encabezado por la casta militar dominante, a fin de establecer un ámbito de acción que hiciera olvidar los desafueros del régimen y con estas condiciones llevar a cabo la operación de "recuperación" de las islas, al tiempo que se aseguraban su permanencia en el poder.

La respuesta de los ingleses no se hizo esperar y en pocos días una ingente flota (armas de última generación, aviones Harriet sin estrenar) surcaba los mares por orden de la primera ministra Margaret Thacher, su objetivo, recuperar las islas y "devolver el orden" al mundo. terminaron enfrentándose en una guerra relámpago, uno de los poderíos bélicos mejor dotados del orbe, con una cantidad de soldados heroicos, mal armados y abandonados a su suerte en sus gélidas posiciones de combate.

La Guerra de las Malvinas no solo afianzó y recuperó en parte el status de potencia global de los británicos, los cuales habían ido cediendo espacios durante todo el siglo XX con los procesos independentistas de La India y el reconocimiento por su parte, de la soberanía de unas cuantas colonias en todo el planeta. La consecuencia más contundente de la pretensión de fuerza de los militares argentinos fue su descalabro como clase dominante. El colapso de un ejército mal dotado y terriblemente dirigido, precipitó el derrumbe del régimen cuando no fue posible detener el flujo informativo y las noticias de las derrotas del ejército albiceleste en todos los frentes, caldearon los ánimos colectivos y la gente se volcó a la calle. En la guerra de las Malvinas los argentinos perdieron un archipiélago y ganaron el fin de la dictadura.

No sólo el caso señalado muestra como la estrategia de llamar los tambores de guerra para nuclear a la población al rededor de la clase dominante ha sido usada a lo largo de la historia, los Estados Unidos lo hicieron y lo hacen 9 años después del 11 de septiembre. En nuestro país, una acción que ahora se quiere exaltar como heroica de Cipriano Castro, provocó un bloqueo de las costas nacionales en 1902, el motivo, de nuevo el intento de desviar la atención de los problemas internos hacia los enemigos foráneos, no importa en este momento escudriñar los intersticios de los casos ejemplificados acá, más bien importa situarnos en el cómo estos y otros casos en la historia sirven para dibujarnos un bosquejo de lo que pudiera estar sucediendo en nuestro aquí y ahora.

Para un Chávez normal, el cotidiano, el de las cadenas diarias, ese mismo de TODOS los días, las palabras "combate, confrontación , batalla, estrategia, táctica, pelea, lucha, milicia, cohete, tanque de guerra,ak 47 ", entre muchas otras del estilo, forman parte de su argot, de su retórica incendiaria, la que tanto disgusta a unos y seduce a otros, tiene diez años acostumbrando a unos y otros a este discurso. Ya lo hemos normalizado y lo solemos tomar a juego, sin embargo, el Chávez de hoy tiene problemas que otrora no tuvo que solventar, entre otros puedo enumerar: 1) no tiene el mismo ingreso por concepto de renta petrolera, 2) la desinversión en el sector servicios está pasando factura (La crisis de la luz y el agua no se debe a otro fenómeno del NIÑO que no sea al NIÑO HUGO), 3) el desabastecimiento de productos de la dieta diaria muestra las costuras del sistema de distribución de alimentos del gobierno, 4) el campante aumento de la violencia, 5) la inflación, 6) cualquier otro que se le ocurra a quien esté leyendo.

Hoy Chávez no habla sobre la Independencia Energética y Alimentaria, de la cual se ufanaba cuando el flujo de dólares petroleros alcanzaba para importarlo todo, hoy habla de bañarse con totuma, de prohibir aires acondicionados y luces de arbolito, hoy no va a actos multitudinarios porque o bien, no hay para pagar la movilización de miles de personas que cobraban por aplaudirle, o porque, hay demasiada gente molesta (quise decir ARRECHA) por el incumplimiento a todos los niveles de todas las promesas. En cambio, hay acceso restringido a los actos mediáticos y palo policial y gas del bueno para quienes intenten salirle al paso al cortejo presidencial con el fin de protestar por las condiciones en las que viven, estudian, etc. Así como lo pudieron sufrir en carne propia los Estudiantes de la ALDEA BOLIVARIANA de EL LIMÓN (Maracay, Edo. Aragua) el pasado 30-10-2009.

El Chávez de hoy insulta a sus ministros y los llama ineptos, los culpa, ellos no se ofenden ni renuncian porque, sí son ineptos, pero también son muy ricos y con mucha plata la ineptitud no duele tanto. Pero insultar ministros hoy no lo libera de responsabilidades como en otros momentos de estos 10 años de revolución lo hizo, hoy hay menos ilusos pensando que "Él no se entera" (por cierto, lo mismo decían de J.V Gómez en cuanto a la tortura, "Él no se entera"), hoy quizás ya podemos comenzar a sopesar el hecho de que ÉL si sabe y SÍ tiene responsabilidades en todo este desastre.

Entonces nos lleva a la Guerra, vuelve con la retórica belicista, tal como lo hicieran los militares argentinos, utiliza un discurso pro soberanía, moviliza tropas y el producto de su "inversión" más cuantiosa, un andamiaje armamentístico en el cual se ha ido gastando progresiva y sistemáticamente un enorme porcentaje del ingreso de divisas del país.

No es ésta la primera vez que el presidente de nuestro país utiliza el ardid del llamado a la guerra para virar la atención de la opinión pública. En lo personal juzgo que Chávez viene intentando problematizar el continente, no tanto en contra del Imperio Yankee, del capitalismo y todo lo demás, sino más bien, en función de capturar los flashes al tiempo que nuclea un liderazgo financiado dentro de los gobiernos que le siguen la corriente y le debitan la cuenta corriente, la de ahorro y todas las cuentas.

Por último aclaro, no estoy intentando decir que si vamos a la guerra y la perdemos entonces automáticamente se va a terminar la hegemonía de Chávez, en términos de tendencias históricas no me cuadro del lado de los deterministas, siento por el contrario que la excusa de la guerra puede servir para limitar las libertades, aun más, justificar la escacés, los racionamientos, la persecución de la disidencia, las acusaciones de traición para todos aquellos que protestemos la guerra, implementación de leyes marciales, en síntesis, más represión.

Illich Sánchez.


viernes, 6 de noviembre de 2009

Un País Al Revés ( I )


Un autor con una muy apocada trayectoria, harto de vivir en el anonimato, ser ignorado por los círculos intelectuales de su contemporaneidad, intentaba un relato con la más desnuda intención de provocar un boom, una suerte de disparo con la última bala del cartucho, con la dual posibilidad de acertar y llegar al centro del gusto de las élites y de las masas,o fallar y quedar enterrado para siempre en el vacío tremendo de ausencia de reconocimiento, lo cual es tanto como la muerte para un artista, más para uno que busca y se le escurre,casi obsesionado, el relativo y vulgar éxito.

La idea central era la de escribir sobre un país del tercer mundo, en el cual se estuviera viviendo un conjunto de situaciones difíciles de explicar de manera lógica, una nación cuyas instituciones, actores sociales, relaciones humanas y toda su actividad política, transitaran por un momento tan díscolo a la razón, que resultara atractivo para cualquier lector concentrarse en el qué y el como de esa historia que narraba el diario devenir de un país al revés.

En los primeros esbozos del esquema de su obra, se comenzaban a recrear asuntos típicos de las altas esferas del poder. Un primer mandatario con rasgos de megalomanía, dirigía el ejecutivo y el país en general a fuerza de caprichos, movido por sus cambios de ánimo y respaldado por un Estado el cual "funcionaba" intentando dar cumplimiento a las decisiones intempestivas del gobernante. De ahí en adelante y como en una pirámide, se desprenderían del relato central, una serie de historias paralelas y adosadas a la idea medular de un país donde todo, pese a estar al revés, se mantenía en relativa estabilidad. La razón por medio de la cual, el autor terminaría explicando este extraño equilibrio, aun no se le ocurría, por lo que había dejado el final de la historia fuera del esquema primigenio, a fin de permitir que el propio evolucionar de la narrativa lo llevara a la clave que pudiera cerrar el círculo de su relato.

Cuando se camina al borde de la frustración, la desesperación por alcanzar una meta juega a los naipes con el peligro del fracaso, generando una atmósfera de inquietud, incertidumbre y miedo. El autor, se juega ahora mismo mucho más que la satisfacción de su ego artístico, está "pelando bolas", separado de su mujer, trabaja como profesor de literatura en una universidad privada y hace traducciones del francés para los estudiantes de un instituto de idiomas, eventualmente mata algunos tigres dando cursos de oratoria y le escribe discursos ocasionales a un alcalde amigo de la infancia, aun así no le alcanza la plata. En general su ámbito laboral no le gusta para nada, en su tiempo libre bebe tragos largos de whisky 8 años con el dueño de la frutería de junto a su edificio al cual llama, sin serlo, "el compadre", se sientan a compartir su quejumbrosa visión de la vida, miran pasar a las secretarias del Banco Principal las cuales van de falda tres cuartos azul marina y tacones. Las desean.

Ya en su casa, con media botella de whisky pesándole en la cabeza, el autor se sienta a la computadora para dejar salir su obra maestra, piensa más en el éxito que ésta le deparará, que en la propia historia, tiene confianza en que las líneas irán contando una narración fresca pero profunda, actual pero con el dejo de posible clásico que subyace en los textos bien logrados, lo mejor de todo será el puente tendido entre una ficción bizarra y la probable hiper realidad de un relato que podría ajustarle a cualquier sociedad, será una obra universal, piensa, y él una luminaria, no más whisky 8 años donde el compadre, no más envidiar al gerente del Banco Principal, cero deudas, en su ex mujer, ni siquiera se detiene a pensar una venganza.

-El presidente ordenó un plan de austeridad general, reducción del gasto público, revisión del presupuesto de las universidades y un plan de racionamiento de luz, agua y combustible,dice el vise presidente al ministro de energía e hidrocarburos, los dos personeros del alto gobierno conversan en el despacho del primero mientras el segundo le luce las llaves del nuevo juguete que adquirió en el último viaje que hizo a Venecia como parte de una comitiva presidencial de 300 personas, un Ferrari edición especial del color del partido de gobierno, con tapicería de cuero de morsa bebe y detalles en oro amazónico. Conversan, "Coño vale, Marx dijo que de la burguesía su vino y sus mujeres, pero porque no habían inventado estas latas ah?!, bueno viejo, que se le hace, uno tiene que meterse en estas cuentas por todo lo que se trabaja por la revolución, el esfuerzo de tener que calarse ese gentío sin dientes, hediondos, que lo único que saben es pedir, verga sí pana, mira y cuando va a anunciar el jefe el plan de austeridad general, bueno según su agenda, hoy en cadena nacional, después que anuncie la entrega de 6 aviones caza a Ecuador y una planta eléctrica a Bolivia como muestra de solidaridad continental, verga esa es buena, solidaridad continental!"-

El Autor se recrea escribiendo escenas hiperbólicas, inverosímiles, matizadas con diálogos cotidianizados, de textura coloquial y estridente, intenta que el lector, llegue a reír, molestarse, indignarse, comprender, juzgar, elucubrar, justificar y condenar, con esto, piensa para si, la gente olvidará a Dam Brown, Paulo Cohelo quedará superado, en términos de masificación, los desbordará, ni Harry Potter, no joda! no obstante, su libro hilará fino, como obra de artesano, un Best Seller de calidad! Apártate Saramago que ahí voy yo!

- "En la capital murieron 50 personas en hechos violentos, entre viernes en la noche y sábado en la madrugada", reseña la edición matutina del canal de noticias opositor, mientras en uno de los canales del Estado, el ministro de seguridad, en rueda de prensa, atribuye los hechos de violencia a una sensación ficticia provocada por la campaña de descrédito del gobierno emprendida por la oposición, gobiernos extranjeros y el canal maligno, también influye la carga de violencia que siembran los juegos de video en los niños, anuncia la orden que ha dado el presidente al poder legislativo de prohibir los juegos de video. Dice el ministro, "si no fuera por el proceso de alienación y sustitución de los valores tradicionales por los foráneos, culpa de la tv por cable, el cine, la música y los video juegos, ya habríamos controlado los muy escasos hechos delictivos que de verdad suceden, completamente identificado a los autores y puestos a la orden del poder judicial, porque mi comandante presidente benemérito y en suma autocrítico y sagaz ha ordenado que trabajemos en conjunto para frenar la embestida de los antivalores que carcomen a la sociedad"-

Cuando el embeleso etílico se había convertido en una punzante jaqueca de whisky nacional, el autor, permitió a sus dedos dejar de golpear el teclado, dio una leída a lo hecho, sonrió con aire sobrado, ordenó a la computadora guardar el archivo al cual nombró "el país al revés", apagó el equipo para ir a dormir y continuar después...

Illich Sánchez

lunes, 2 de noviembre de 2009

SECTOR 9




El film Sector 9 (District 9), muestra bastante más que las tradicionales películas sobre extraterrestres, las cuales reducen el tema del contacto entre humanos y otros seres, al problema maniqueo (occidental de suyo) la pugna del bien contra el mal, casos extremos como en E.T, donde el alienígena no mata una mosca y el único acto ilícito que comete es el de tomarse una cerveza y embriagar a Elliot al tiempo que él agarra una "pea" intergaláctica, contrastan con el de "Día de la Independencia", en la cual los extraterrestres, nada más y nada menos quieren destruir nuestro planeta con todos nosotros dentro, hasta que llega el Príncipe del Rap y nos salva...

En este sentido, la película Sector 9 producida por Peter Jackson y dirigida por Neil Bomkamp, plantea otra dimensión de lo que podría ser el probable arribo de una nave espacial venida de otro mundo, obviándose la reiterada argumentación bífida que asume que un encuentro con otra civilización pueda solo ser, o para salvarnos de nuestro atraso (como en Encuentro Cercano del Tercer Tipo),o para aprovecharse de nuestros recursos y comernos luego de congelarnos (como sucede en la serie V-Invasión Extraterrestre), situaciones con matices extremos, de redención o apocalípsis, según sea el caso. En Sector 9, por el contrario, los seres del espacio vienen hambrientos, desnutridos y encerrados en una nave que no controlan, la cual llega la tierra como si viniera vagando a la deriva.

Como seres inferiores, tal cual así son tratados estos aliens, por los terrícolas (Nosotros), se les encierra en un gheto de la ciudad de Johannesburgo (Sudáfrica) el cual denominan Sector 9, y se les mantiene como refugiados en un campo de concentración, así como en tiempos del Apartheid se mantuvo a la población negra de ese mismo país, tal cual un Auswitsch para marcianos, con los cuales también se experimenta "secretamente", o como en sur américa la pobreza confina millones de terrícolas en favelas, colonias, cerros o como quiera que se llamen estos reclusorios de gente sin culpa, donde más que vivir se sobrevive.

Así pues, el film muestra como en el Sector 9 se van presentando problemas de los que los humanos ya sabemos bastante y no hemos podido resolver en absoluto, hacinamiento, violencia, contaminación, segregación, epidemias, protestas, mafias, tráfico, etc.

El problema se agudiza porque los extraterrestres no pudiendo clamar por "derechos humanos", suelen amotinarse en contra de sus vecinos por obligación, los habitantes de la ciudad, debido a las condiciones “inframarcianas” en las que se les mantiene. Al mismo tiempo, los ciudadanos de la históricamente conflictiva Johannesburgo, comienzan a protestar en contra de los visitantes, ya que 20 años después de su arribo, las autoridades del mundo (intereses armamentísticos y financieros de por medio como no podía faltar) aun no deciden como resolver el problema de su ubicación, su manejo y una posible salida de éstos, de nuestra atmósfera (esto se parece mucho al la realidad de variadísimas situaciones conflictivas que a diario vemos como se profundizan sin que los entes encargados hagan mucho por solventar).

Más que hablar de la filmografía de esta película, la cual por supuesto recomiendo, por ingeniosa y bien lograda, interesa destacar algunos aspectos de corte sociológico que se van desglosando a todo lo largo del guión, los cuales hacen de Sector 9, más que una obra de ciencia ficción, una metáfora de nuestro comportamiento colectivo, nuestro trato para con la diferencia, las decisiones políticas que en ocasiones solemos apoyar y que históricamente han situado a países enteros ante la decisión de arrasar con otros pueblos, confinar a parte de su propia gente, diezmar poblaciones, entre otras, muy apartadas o más bien cónsonas, con lo que podría entenderse como acciones de un alto grado civilizatorio. Sector 9, nos muestra un nuevo rostro de la vileza y el nivel de barbarie al que podemos alcanzar los seres humanos.

Illich Sánchez.