lunes, 8 de abril de 2013

Desde el Estado Margarita hasta la orilla de los Indiferentes.


 

 
Se pueden buscar formas de desacreditar a una persona, desenterrar  errores de su pasado, inventar situaciones en las que no ha participado, difamarlo y acusarlo de corrupto, exponer su intimidad y calumniarlo e incluso se puede usar el poder para llevar a alguien preso. Todo eso rinde sus efectos, sobre todo en lo inmediato, pues la gente, generalmente proclive a creer en rumores y chismes, puede que se haga eco de éstos;  luego toca probar y demostrar lo que se ha dicho sobre aquella persona, es ahí donde muchas campañas difamatorias se caen solitas, se vuelven sal y agua.
 

Señalo todo lo anterior precisamente, con ánimos de contrastarlo con lo que ocurre cuando el descrédito es una consecuencia directa de las acciones de una misma persona, cuando ésta por ejemplo, pregona y pide, se viva de una manera que resulta diametralmente opuesta a la forma como él lleva propia su vida, por ejemplo, cuando se pretense ser adalid de los oprimidos y se proclama con la vena del cuello brotada a reventar que se es socialista, popular, defensor de los pobres, y solo con levantar la mano emerge un Rolex que cuesta más o menos el salario de un año de un trabajador , de un obrero. Mi rollo no es que alguien utilice la joya que le venga en gana, el problema es que un servidor público está obligado a declarar de dónde saca su dinero y por tanto de dónde proviene su fortuna y más allá de eso, la contradicción moral que encierra el que se pida sacrificios al pueblo, que acepte el que se le disuelva el ingreso en el corrosivo solvente de la devaluación mientras se usa el poder para enjoyarse unas manos que poco saben de trabajo y sí, mucho conocen de malversación.
 

Estoy refiriéndome directamente a Nicolás Maduro, Presidente fraudulentamente encargado y candidato electoral del un partido oficial que lleva un total de 15 años en el poder y muy pocos problemas resueltos, pero con nombrarlo a él estoy nombrando a una oligarquía que está situada  por encima de las leyes, de la ética, de las instituciones, que se pagan y se dan el vuelto, que no trabajan y que se enriquecen groseramente mientras dicen las ya insoportables consignas  Castro/Marxistas con las que envuelven aun, lamentablemente a muchos compatriotas.
 

Si volvemos con el asunto del descrédito, nos encontraremos con una situación digna de la ficción, la fábula bastante visitada en la literatura y el cine sobre el tipo común que se gana el premio gordo, la lotería, la presidencia, el mendigo que llega a ser rey, el nerd que enamora sin saber cómo a la chica más bonita, viéndolo así, diríamos que es hasta justo que un tipo como Maduro pueda ganar las elecciones, y es que se nota que a leguas que este sujeto no sabe en la que se metió, no obstante sus excentricidades, lejos de dar risa, a mí lo que me dan es miedo, ver que un señor diga en cadena que habla con pájaros, que amenace con maldiciones, que cuando ve que la cosa no le rinde efecto diga que él no es él sino otro y que en todo caso se tiene que ir a votar por ese otro que de paso está muerto. Todo eso me resulta aterrador.
 

La velocidad con la que Nicolás mete la pata supera a la de Evo, la de Bush y la de su padre ornitológico, todos los días dice, no una, sino decenas de frases desacertadas, incoherentes e indignas de alguien con tanto poder. Su descrédito corre por cuenta propia cuando le cambia el nombre a los estados, cofunde las capitales, equivoca los parajes, desdibuja la realidad y la rearma a su aun incalificable modo, Maduro resulta ser peor que Chávez pues él es precisamente un tipo que se pasó un poco de años aprendiéndose todas las barbaridades conceptuales que Chávez profería, todos los sincretismos forzados con los que el otro nos expuso a la vergüenza internacional.
 

De todo esto qué surge? Un sujeto que mezcla santería, protestantismo, hinduismo y catolicismo, habla del cielo y después de reencarnaciones en otras formas, hoy son pájaros, mañana irá a decir que le hablan las estatuas, las piedras y hasta que Chávez tomó la forma de un morrocoy. Surge un tipo que llega a lugares que no puede ubicar en su mente porque no tiene referencias previas y por tanto verbaliza lo que se le ocurre, mientras llena el tiempo en el que debe aparecer ante la masa, la masa obligada, la masa manipulada y también la masa convencida, porque sí tiene gente que cree que él es Chávez a veces, otras tantas será una paraulata y algunas otras aparecerá en una arepa o en una lata de leche. Lo único por lo que aun no proliferan las efigies de Chávez en arepas y empaques lácteos es porque estos y otros tantos productos no se consiguen.


A muchos de los que dicen que votarán por Maduro porque esa fue la orden ce Chávez, no les importa que el señor diga “el estado Margarita”, “Los Esteros de Camagüey”  o “la península de Cúcuta”, esas personas son las que suelen decir las barbaridades que le solíamos achacar a Alicia Machado (Gracias a Nicolás, Alicia Machado ahora debe vivir feliz y tranquila) y no es su culpa, tenemos uno de los peores sistemas educativos en el mundo y cabe decir que la eficacia de la educación no se debe medir por el número de cursantes en los planteles sino por la repercusión de lo educativo en la vida diaria de las personas. Tenemos niveles en cuanto a la masificación de nuestro sistema educativo que son falsificaciones burocráticas, en realidad, las escuelas se están cayendo por dentro y por fuera, los maestros ganan una miseria, los que tienen empleo, muchos otros, ni eso. Peor aún,  el adefesio al que llaman Currículo Bolivariano es un paquete de mentiras y patrañas ideológicas que está direccionado precisamente a lograr que las masas no noten los desaciertos de los políticos, ni siquiera les hagan ruido.
 

Nicolás Maduro se desacredita a sí mismo cada vez que habla pero eso no lo ven todos, otros por el contrario caen en el anzuelo de centrarse únicamente en ese punto, mientras él anda diciendo que el Estado Bolívar es una isla, en la calle siguen matando gente, los funcionarios siguen hundiendo el puñal del abuso en las costillas de la población, los hospitales continúan su colapso sistemático y el desabastecimiento quita más y más productos de la mesa de las familias, la impunidad crece, se agiganta y nadie la detiene pues los más impunes se enroscan como ofidios en torno al poder.
 

Nuestra situación como sociedad empeora y va a empeorar todavía más si esta gente vuelve a ganar. El llamado sigue siendo a los indiferentes, yo les he querido llamar  cariñosamente “Parrilleros y Playeros”  los que dicen que no votan porque ellos no son políticos, los que se van de viaje y luego llegan diciendo que ellos ya sabían que iba a ocurrir, si saben tanto, será que se les va a presentar una premonición antes que venga un malandro a matarlos? Parrilleros y Playeros, indiferentes todos, deberían hacer un partido político pues forman parte del tercer grupo que siempre decide, pero mientras la flojera no se los permite, por lo menos tengan la bondad y la misericordia de pararse temprano el domingo 14 de abril e ir a votar, les prometo, les juramos 6 millones y medio de venezolanos que no se les va a caer un brazo, ni un dedo, ni nada, de hecho hasta se van a sentir bien y útiles, tal vez su inmenso egoísmo se sienta fortalecido si asumen que el cambio lo realizaron ustedes y es gracias a ustedes que el país, esa cosa donde habitan, ese suelo que pisan y los parió, comienza de una vez a mejorar.
 

POR LO QUE MÁS QUIERAS VOTA!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario