Hay gente que rechaza lo que no comprende, hay gente que se niega a comprender para justificar lo que rechaza; es como cerrar los ojos ante la claridad e insistir en que sigue de noche. A eso lo podemos llamar "ignorancia voluntaria"
Es una voluntad retrógrada, un vivir estacionario, es negar por el simple hecho de hacerlo, porque les acomoda más quedarse apoltronados en el sofá de la ignorancia, y encima hacerse los sobrados, los que no tienen que saber nada más porque ya lo saben casi todo y lo que no saben, no lo necesitan.
Una voluntad de lo inerte, de la inacción, una no/voluntad más bien, una actitud repulsiva ante la cual, todo lo que se haga parece malo, incompleto, inútil, esteril, pueril.
Pueden tener las cosas en la cara y siguen rehusando mirarlas siquiera. Aterra que esta gente tenga cargos dirigenciales en empresas, en paises, estados, municipios, cuarteles, hospitales, pero el real terror sucede cuando esta gente se encuentra en el medio educativo. Se convierten en Señores del No... en completos guillotinadores de la imaginación, en verdugos para la creatividad.
La Caverna de Platón también puede ser la mente de ciertos individuos, gente incapáz de tolerar el entusiasmo. ¿Odian la risa? Muy probablemente, pero es palpable que temen cualquier manifestación que les huela a cambio, a diferencia, a postura diversa. Dedican toda su energía a mantener lo que a ellos les parece "lo bueno", sí y porque sí. Con la misma y tenaz fuerza, minan cualquier intento usando frases recicladas y repetidas del refranero policial de la historia.
Illich.
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