Cuando en medio de los sucesos del 11 de abril de 2002 vi por televisión que a Tarek William Saab, para ese entonces diputado de la A.N, lo sacaban a coscorrones de algún sitio para meterlo preso, pensé que así no debían ser las cosas, que este sujeto, por más que fuera compinche de un régimen corrupto y violador de los derechos humanos, debía ser tratado con dignidad, de ser posible llevado a juicio, así como debían ser llevados a juicio otros personeros de ese mismo régimen, aparentemente y hasta ese momento mucho más comprometidos con malos manejos y violaciones que aquel diputado, el cual se mostraba ante el público con una apariencia de bohemio o intelectualoide de la izquierda.
Pero no fueron solo los coscorrones propinados a William Saab los únicos desatinos de los que brevemente tomaron el poder luego de La Renuncia de Chávez,ya sabemos cuál fue el desenlace de la aventura del 11 de Abril… Hoy sufrimos las consecuencias, y vaya que las sufrimos.
Luego de todo eso, del atornillamiento de Chávez en el poder, de los atentados constitucionales que significaron la reelección indefinida del jerarca, de unos y otros desafueros más en el uso del poder por parte de la élite gobernante, Tarek William Saab se hizo gobernador del estado Anzoátegui. Cambió su apariencia bohemia por la de un forzudo hipertrofiado e impostado por los esteroides y se dedicó a desempeñar una falaz y terrible gestión en ese cargo.
Tan reprobable fue su paso por la gobernación de Anzoátegui que el mismo “intergaláctico” lo defenestró del poder, no permitiéndole postularse a la reelección, prebenda que entonces fue transferida a otro de los monigotes del régimen, Aristóbulo Istúriz (Un monigote millonario, por cierto)
Hoy en día Tarek William Saab funge flamante como “Defensor del Pueblo” Cargo que en Venezuela parece estar reservado para los más arrodillados, inmorales, arrastrados, lamezuelas, hipócritas, vendidos, incapaces, aduladores, entre otras capacidades que deben aparecer sumadas a otras y resaltadas en negritas en el perfil curricular de dicho funcionario.
Todos y cada uno de los que han lucido el estandarte de “Defensor del Pueblo” en Venezuela, lo han hecho para justificar la vulneración de derechos humanos, apoyar la represión, hacer que prevalezca la impunidad de un Estado que usa las figuras nominales de cargos como ese para dejar correr sobre sus abusos el velo y la mascarada de una institucionalidad acorde con las tendencias democráticas de los tiempos en curso. Más demagogia, más farsa.
Qué se puede esperar de Tarek sino la continuidad en las prácticas de la hipocresía del régimen, qué sino aquello que éste soltó en prensa nacional “LOS PRESOS NO PUEDEN GRABARSE EN VIDEO EN LA CÁRCEL”, cosa que dijo para justificar los maltratos a L.López, luego de la difusión del video en el que invitaba a la marcha del pasado 30M. Pero resulta que tú y yo sin haber pisado una cárcel, hemos visto por video como “El Pranato” muestra la vida sodomita de discotecas, lujos, armas, piscinas y demás que algunos en las cárceles ostentan, con la venia y permiso de la institucionalidad del Estado.
Qué se le puede pedir a un sujeto que plantea que “LOS FAMILIARES DE LOS PRESOS POLÍTICOS LE AGRADECEN SU GESTIÓN EN PRIVADO” Cuando no se sabe cuántas torturas y vejámenes, ni siquiera cuántos son los que sufren los peores maltratos imaginables.
Puedo imaginar que cada día de su gestión como “Defensor del Pueblo” Tarek, otrora el “Poeta de la Revolución” recuerda los coscorrones, los empujones y los malos tratos recibidos aquel 11 de Abril. No se le puede pedir magnanimidad. De gente así no se puede esperar otra cosa que la venganza, no cualquier venganza, sino otra que la del resentido perenne, la del que cree que la vida le debe algo. A ese tipo de sujetos el régimen escoge para ser “Defensor del Pueblo”
Illich.
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