El
Inframundo.
Es un ser escatológico,
vulgar hasta la saciedad, malsano, procaz, impertinente, infame, urticante,
anodino, ebrio, arrastrado, cobarde, perturbado, Jabba the Hut; basta de epítetos! se
trata de Mario Silva, todos lo sabían, cierto? Uno de los cortesanos más
serviles del difunto mandamás de la revolución, un monigote bufonesco que solo
en Aleuzenev pudo prosperar en los medios de comunicación, donde, con un programa de chismes políticos en el cual se
violan muchos de los estatutos que regulan el proceder de los medios y se ignoran
las leyes que protegen la privacidad de los ciudadanos; se muestran videos,
escuchas telefónicas y, según el sátiro en cuestión, se “analizan y develan” las supuestas
conspiraciones montadas por la oposición en alianza con El Imperio y sus órganos
de inteligencia y bla, bla, bla…
Si Mario Silva tiene un
puesto bien ganado en la sociedad corrupta de Aleuzenev es el de ser el
calumniador oficial y confeso del régimen, su espacio, La Hojilla, es la cueva del
vilipendio, el Hades maldito donde se juzga, purga y condena a todo aquel que ose
criticar al “proceso” y a sus personeros. Para caer en la lengua purulenta de
Mario Silva, solo hay que hacer uso del derecho a la libertad de expresión, cuyo ejercicio es motivo de la
peor ofensa que se pueda proferir a la “revolución”.
Resulta que, como buen
cuidador del Hades, el susodicho cancerbero, tiene acceso total al inframundo,
se entera de todo cuanto hacen los jerarcas del poder aleuzeneviano, participa
de muchas de las componendas intestinas, de las intrigas palaciegas y por tanto,
ha acumulado no pocos enemigos dentro del pantanoso y azufroso marasmo
gubernamental. Estamos hablando de un enconado charlatán, alguien que haría que
cualquier comadre en bata y chancletas, con rollos en la cabeza, parada en la puerta de su
casa para ver y enterarse de los acontecimientos del barrio, luciera como una
linda y dulce abuelita. Mario Silva es perverso y tanta perversidad alguna vez
tenía que salpicar hacia adentro.
Lo que nos acaba de
entregar Mario Silva (cómo cuesta dudar de su veracidad) es un documento de suma
importancia para el desarrollo del proceso político que vivimos aquí en este
espacio/tiempo insano que llamamos Aleuzenev. La importancia de los 50 minutos
de audio donde su pringosa voz se dedicó a delatar y delatarse sin cortapisas,
no radica en que mucho de lo que dijo fuese desconocido, sospechado y hasta
denunciado por muchos dentro y fuera del Aleuzenev, lo realmente destacable es
que las confesiones vinieron directamente desde el inframundo grotesco de monstruos
y vampiros donde este personaje se revuelca y emprende sus orgías de saña.
Quién podía dudar de
las ambiciones económicas de muchos de los delatados en la grabación, a quién
le extraña que se estén degollando entre ellos, si como el propio delator
cuenta “José Vicente (Rangel) dijo, Estos carajos están desangrando al país” o
cuando se refiere a los puntos de financiamiento de El Gorilita Enano (Diosdado Cabello)
nada más y nada menos que CADIVI y el SENIAT, par de minas de dólares, la disque
odiada y sí, muy perseguida moneda del imperio. Nadie se sorprendió cuando el
soplón dijo que el Toripollo en un estúpido ineficiente que hace cuanto le manda su mafiosa
consorte. Todo esto venía siendo mucho más que rumores desde hace bastante rato, lo
curioso es que sea uno de ellos quien los delata, nada menos que el nefasto heraldo
extraoficial de la ROBOLUCIÓN!
Como un castillo de
naipes marcados para la trampa, el cual cae en cámara lenta y descubre las
jugadas macabras de los apostadores que se juegan a rosalinda los recursos y la vida
de treinta millones de personas, el cuidador del Hades va haciéndolas de soplón con tal eficiencia que
la grabación toma niveles de expectación fílmicos, va nombrando sistemáticamente
a corrupto, tras corrupto, hijos, esposas y hermanos aparecen involucrados, hasta
el yerno del difunto queda imbuido en el lodazal de su delación, nadie se
salva. Bueno, casi nadie, porque él se muestra así mismo como uno de los pocos realmente
leales al “Comandante” y éste, quién en realidad fue el gran tirano y jefe de la mafia, aparece, en
palabras de Silva como el gran padre bueno cuyos hijos se han descarriado.
No obstante, mientras discurre su perorata
malsana, el gran Mario va diciendo sobre sí que guarda armas de guerra, que ha
eliminado gente y que quisiera ir a matar a quienes cacerolean frente a su
casa. Mario Silva denuncia su propia conducta delincuencial, peor aún, la defiende
y asume como cosa normal el que le esté dando parte pormenorizado de lo que
pasa en el país a un agente del gobierno cubano, un gobierno extranjero. Este acto en sí mismo, sería
causal de un juicio por traición a la patria en cualquier país de la dimensión
paralela, más, aquí en Aleuzrenev, estas cosas son simples “montajes”.
Un montaje! Eso fue lo
que dijo el niño luego de la aparición del audio, lo mismo saltaron a decir
los diputados oficialistas de la AN. “Es un bodrio y esa moción no pasa!” gritó
un siniestro y destemplado orco dentro del hemiciclo. Los mismos sujetos que
hace solo semanas golpearon a mansalva a los diputados opositores, ahora se
muestran como los ofendidos por la grabación, la cual dicen,
forma parte de un vil montaje del Mosad y la CIA. Por favor! ¿No fue eso mismo
lo que dijeron el día de la golpiza? si el audio no contuviese tantas
palabrotas y tantos hechos evidentes y claramente demostrables, si hubiese voluntad
política para investigarlos, se podría pensar que fue un montaje. Si Mario
Silva no fuese tan terrible e inevitablemente Mario Silva, se pudiese creer
que éste es el bodrio del cual estos sujetos hablan.
Pero esto es Aleuzenev,
donde los malos acostumbran a salirse con la suya, viven en la impunidad,
usando las leyes para lo que se utiliza ese producto que escasea por estos días
y que vamos a importar orgullosamente en cantidades industriales. Aquí, sujetos
como Mario Silva son los que, insultando la lógica, casi siempre tienen la
última sonrisa y las llaves de los cerrojos del silencio. Sin embargo, hay un detalle importantísimo, esta vez la
denuncia sobre las fraguas corruptas y abusivas, las conspiraciones y el sicariato, caen sobre gente que está en la
misma acera. Las consecuencias de todo cuanto ha soplado este burdo personaje
están por verse y aunque seguramente desde
el propio poder se intente tender otra nueva cortina de humo, la rabia interna
y los rencores que borbotean puertas adentro de la robolución comenzarán a
hervir y a quemar.
A Mario Silva no le
debemos nada, esta es la simple inercia de la mentira, la que siempre, por una
u otra vía y tarde o temprano se derrama, así como también, por fuerza de la lucha
y del trabajo, remando juntos y fuertemente, tarde o temprano lograremos quitar de en medio a estos mafiosos, para, de una vez y por todas lograr salir de
Aleuzenev.
Illich Sánchez
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