jueves, 19 de marzo de 2015

MÚSICA

Joan Miró - Dancer (1925)

Solo de verla caminar delante.
Intuí sus poderes manando desde sus caderas.

Fue tarde, ya me había hipnotizado.
Y mis ojos extraviados de toda voluntad eran rehenes de ese ritmo. 

El tiempo perdió sus propiedades asesinas y todo, las cosas y lo que no son las cosas porque no tienen forma ni sentido, iniciaron una levitación anárquica. 

Fue tarde, he dicho, ya me encontraba a merced de un magnetismo rítmico, de una conspiración, de un tratado secreto, escrito y firmado en el pentagrama borroneado de algún genio.

Illich.

No hay comentarios:

Publicar un comentario