Mapa del infierno - Sandro Botticelli |
I
“Dantesco” es un adjetivo que suele emplear para caracterizar algo trágico de enormes dimensiones; es decir, una catástrofe, un escándalo, alguna epidemia, una multitud en estampida, por ejemplo. De ahí que no esté bien llamar dantesco a un evento u objeto grandilocuente pero a su vez, digamos, bueno. No calificamos de tal forma a una chica de gran belleza, pues, al menos quedaría contradictorio decir “María Lucía tiene una belleza dantesca”. A no ser que María Lucía tenga algo en su persona muy grande y que aparezca disonante, grotesco. De ese ser el caso, pudiésemos decir “María Lucía tiene un… unos pies dantescos, calza 45!”
Por supuesto, el referido adjetivo proviene de la evocación a Dante Alighieri, autor de la Divina comedia, y en los diccionarios aparece refiriendo algo horroroso, abrumador, sobrecogedor, aplastante. Pues, de esta forma el florentino Dante describe al detalle el infierno y sus diversos niveles, los sufrimientos, castigos y condenas que los pecadores sufren en este inframundo flamígero, sulfuroso y terriblemente hostil.
Imagen tomada de Gobovisión.com |
II
Dantesco pues, es vivir en Venezuela, la de hoy, de los días en curso; es aplastante, horroroso, atemorizante, complicado, agobiante, subhumano, infernal, patético, abrupto, infamante, prosaico, maledicente, sofocante, inicuo, cruel…Con esto no digo nada nuevo, tampoco es de mi interés conseguirle la novedad a todo este desastre de proporciones épicas que nos ha tocado enfrentar y padecer.
Habiendo visto, como muchos lo han hecho, a cientos de personas cruzando un río, una frontera, con sus cosas más preciadas, con sus camas a cuesta, con sus mascotas. Tirados al río, mojando sus vidas en la vergüenza de haber sido corridos de un país por la única razón de que cuando nuestro gobierno busca excusas para maquillar los efectos de su calamitosa obra, esas excusas arrastran con vidas, con personas, con inocentes, niños. Este gobierno que solo sabe de dar dolor, de hacer doler.
Luego de enfrentar esas imágenes y que éstas solo puedan compararse en mi mente con las de Siria, Angola, Grecia, Haití, etc. me ratifico que lo que nos ocurre es dantesco. Es que si ya las colas por comida, medicinas, enseres, los dramas hospitalario, educativo y delincuencial, de hecho hacían inmediata la analogía de nuestro país con uno viviendo los días subsiguientes a un desastre natural, un terremoto o una inundación, tal vez. Al punto de la náusea se llega al ver fotografías de casas marcadas, militares pateando puertas, niños llorando, alambres de púas, armas largas, artillería, gente huyendo.
Todas estas imágenes de inmediato diseminan en mi mente la idea de que estamos atrapados en una zona bélica donde el enemigo a combatir somos nosotros los civiles, una ciudadanía que perdió su país. La condición de indocumentados de los hoy vulnerados hermanos colombianos es solo la excusa de turno para estos perversos que igual emplean tácticas fascistas, nazis o estalinistas, en eso son bien pragmáticos y flexibles, no les importa de qué echar mano con tal de amedrentar y subsumir a la población, como no les ha importado instalar un apartheid político, no les tiembla el pulso para entrar a los barrios matando un día y sobornando al día siguiente.
El infierno - Huys |
III
Hoy en el supermercado, donde las colas salíandel establecimiento como gusanos gigantescos brotando de un absurdo cuerpo muerto, entre empujones y gritos me encontré a una señora, la mamá de un amigo, chavista ella, se quejaba indignada de los “bachaqueros” diciéndome que por culpa de éstos la gente decente no podía comprar los productos que había. La miré, asentí, me despedí y seguí mi camino, con las manos vacías, por cierto.
Cuanta cortedad la de algunas personas, no se dan cuenta o no quieren aceptar que los “bachaqueros” de hoy, los “raspacupos” de hace menos de un año, los latifundistas, la burguesía parasitaria, El Imperio, entre tantos otros son los símbolos escogidos a su vez y en su turno por el gobierno para desviar la atención Más aun, son aristas de los problemas que el propio régimen ha creado, como el caso de los llamados “raspacupos” quienes como los “bachaqueros” no nacieron por generación espontánea, son el producto de la implementación y profundización de un modelo socioeconómico pueril, infame, inútil.
Por todo esto, si dantesca es la catástrofe que nos derrumba como sociedad, dantesca es la desmemoria, la indolencia, el resentimiento de muchos de nuestros connacionales, es una indolencia enorme y horrorosa, una indolencia que duele.
Illich.
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