El Limón.
¿Cuánto
tiene que ocurrir para que un gobierno entienda que no puede con los problemas
de un país?
En
Venezuela es obvio que es mucho lo que tiene que pasar, más de lo que ha
ocurrido hasta hoy que ya es muchísimo, es terrible e intolerable.
El
lunes 24 de febrero varias calles y avenidas de la ciudad de Maracay
amanecieron taponadas. Cauchos encendidos, escombros y bolsas de basura eran
los principales materiales de los que se componían las trancas. En El Limón, aun
antes de salir el sol, los Estudiantes y
demás personas sumadas a la protesta habían tenido su primer enfrentamiento con
la policía, el cual consistió en una refriega a golpes que se presentó cuando
los uniformados, amparados por la oscuridad de la madrugada intentaron detener
a los manifestantes mientras establecían las barricadas.
En
las primeras horas de la mañana ya se había sumado una gran cantidad de
ciudadanos a la protesta, en ese momento me incorporé a la actividad. Los
estudiantes se apostaban en los puntos cardinales del lugar conocido como El
Torreón, en cada uno de los cuales había una barricada, las calles adyacentes
también estaban trancadas y el caos vehicular que causó la intempestiva acción
al alba, comenzaba a dar paso a un vendaval de consignas de los jóvenes los
cuales reiniciaban así lo que vienen haciendo desde el pasado 12F.
Aproximadamente
a las 9:00am se acercó un grupo de motorizados, no puedo decir con exactitud cuántos
eran pero no debían llegar los veinte individuos, abrieron fuego en contra de
los Estudiantes, éstos les devolvieron la agresión con piedras y cohetones. Los
paramilitares se retiraron luego de otro corto ataque, supongo que debido a su
desventaja numérica, a pesar de sus armas de fuego los chamos les habían hecho
frente.
Los
Estudiantes se organizaban, hay una logística sin duda, pero no se identifican
líderes ni oradores con discursos de motivación o arengas partidistas, uno de
ellos me dijo “Yo
antes era beisbolista, ahora soy Estudiante, quiero un futuro aquí en mi país”
En
horas del mediodía se escuchó el grito “Activo, activo... vienen los
verdes! Los verdes!”
Como “los
verdes”
se conoce entre los jóvenes a la Guardia
Nacional Bolivariana (GNB) quienes llegaron por varios sitios, atacaron la
plaza de El Torreón con gas lacrimógeno y perdigones, se apostaron en la
avenida Caracas y en la avenida Universidad, es decir , rodearon a los
Estudiantes que en total debían sumar 150, tal vez un poco más.
Comenzó
la refriega, la GNB lanzaba bombas lacrimógenas desde sus escopetas, también disparaban
perdigones, devolvían piedras, entre los guardias se veían civiles esgrimiendo
armas de fuego (pistolas) Los vi dispararlas, en frente de mi lugar de residencia se libró
una batalla campal. Ahora en El Limón se vivía lo mismo que desde el día 12 de
febrero se ha sufrido en Base Aragua, en el Táchira, Caracas, Puerto Ordaz, Valencia,
Mérida y otras tantas ciudades de Venezuela. Por primera vez en la historia de
este país la gente tiene que defender su vida en la puerta de su casa y en este
caso, defenderla de los cuerpos de seguridad del Estado, los cuales trabajan en
complicidad con los grupos de mercenarios llamados “colectivos”
Casi
tres hora duraron las hostilidades, un ir y venir de bombas, disparos, piedras,
botellas, cocteles molotov y pirotecnia, habían hecho presencia las “tanquetas”
blindadas de la GNB y con ellas los efectivos se hicieron espacio para quitar
parcialmente las barricadas. Luego, extrañamente dejaron de avanzar, los
estudiantes recobraron la plaza y combatieron desde ella hacia el lugar donde
se apostaban “los
verdes”durante
espacio de una hora más cuando sin mayor razón los guardias se retiraron.
El
aire enrarecido por efecto del gas hacía difícil la respiración, vinagre, pasta
dental y antiácido líquido es lo que se usa para contrarrestar el irritante efecto.
Los Estudiantes comenzaron a correr la voz de que “los verdes”
habían detenido a uno de ellos, por el Twitter comenzó a circular la noticia
del asesinato de otro Estudiante en Cagua, edo. Aragua. Al poco tiempo todos
los que estaban en la protesta comentaban y se enfurecían por la muerte del
manifestante.
El
Twitter también me avisó que el presidente estaba en una concentración frente
al palacio de gobierno, este mitin era con motorizados afectos al régimen. Una noticia
que no es noticia, todos en Venezuela sabemos que hay motorizados los cuales conforman
una suerte de caballería ligera la propia que ha sido usada en todo el país para
la intimidación de la población civil y desarmada, dispersión violenta de
protestas, amedrentamiento de votantes en procesos electorales y otros delitos
que aquí no se castigan.
Luego
de un rato, se escucharon otra vez detonaciones de armas de fuego; en nuestro
país, gracias al despliegue avasallante de la delincuencia, uno ha aprendido a
diferenciar los tipos de armas por sus sonidos, podemos distinguir cuándo se
trata de juegos pirotécnicos y cuándo es una 9 milímetros o un calibre 38. Eran
los motorizados nuevamente, volvieron, dispararon y se marcharon.
Los
Estudiantes iban y venían, los rumores abundaban, desde los más verosímiles
hasta los incomprensibles “Van a saquear los supermercados”“Vielma
Mora (gobernador de Táchira)se le volteó al gobierno” Ese rumor en especial, no me lo creí.
Más muertes decía en Twitter, más represión violenta por parte de la GNB, la
policía y los grupos armados, así fueron alargándose las sombras en la plaza de
El Torreón y finalmente se hizo de noche.
“Salieron los colectivos!”
fue la voz común en las redes a eso de las 8:00pm, también iban y venían
informes sobre saqueos y asaltos en distintos lugares de Maracay, informaciones
sobre protestas en lugares donde generalmente las personas apoyan al gobierno como es el caso de el barrio 23 de Enero de Maracay, más
denuncias de represión. En varias urbanizaciones, los paramilitares causando
destrozos en vehículos, disparando hacia los apartamentos, robando, golpeando,
hiriendo a cuchillo y a bala, contraste radical con la cuenta Twitter del
gobernador, por ejemplo, quién durante todo el día aseguró que en el estado
Aragua todo era paz y tranquilidad.
Confirmados
los saqueos, era un hecho, vi pasar por mi calle gente acarreando
electrodomésticos, carritos de supermercado con enceres y objetos de una
diversidad amplísima, vi a un sujeto rodar por la calle una silla de cajera,
otro con una mesa de planchar y así, licores, trozos de carne, bultos de papel
sanitario y más. La gente llevaba desde lo necesario hasta cosas que
tendrían poco uso práctico en días como los que vivimos. Difícilmente alguien podrá
calmar su hambre comiéndose una mesa de planchar.
¿Quién
propició el saqueo?
Resulta aterradora
la estrategia del gobierno, durante el día sale a reprimir brutalmente a los manifestantes,
en todo el país se han reportado excesos, torturas, uso abusivo de la fuerza,
empleo de armas de guerra, acción de grupos paramilitares que operan de forma
impune y bajo el amparo de los cuerpos regulares de “el orden”. Todo eso ha
generado un parte de 13 venezolanos muertos y cientos de heridos y detenidos,
los cuales una vez en manos de los represores siguen siendo vejados y maltratados.
Por la noche, los paramilitares amedrentan, disparan, entran en conjuntos
habitacionales a robar, destruir y ahora, fase en proceso, a invitar al saqueo.
Es imperante que
se divulguen las atrocidades que sigue cometiendo el régimen, uno que ha
mostrado su crueldad de forma superlativa, que está volcando sobre civiles el
contingente armamentista que ha venido adquiriendo durante los 15 años de su
dominio sobre todas las instituciones de la nación.
Bien entrada la
noche los vecinos de mi edificio decidimos establecer guardias para avisarnos
en caso de que nuestros hogares fuesen atacados por los sanguinarios motorizados
de los “colectivos” Tal vez a causa de la orgía saqueadora que acaecía a poca
distancia de donde habito, del desafuero de robo y de vileza de aquellos que
asistían en bandadas hacia los lugares saqueados o por saquear, no tuvimos que
enfrentar a las hordas vandálicas del régimen, cobijados por la noche y
escudados por los órganos del Estado.
Mientras ocurría
todo lo que aquí narro, mientras las madres lloraban a los caídos, las cárceles de siguen llenando de jóvenes, la
GNB sigue repartiendo golpes a mujeres y ancianos, los estudiantes siguen
siendo objeto de torturas y la gente debe pelear en la puerta de sus casas para
no quedarse sin nada, sin vida incluso, el “presidente” …bailaba.
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