miércoles, 28 de octubre de 2009

La tierra de Zola Mada


Seguramente era yo bien niño, aunque también debí andar bastante distraído, la primera vez que escuché, quizás en una propaganda de Sábado Sensacional, el anuncio de una próxima transmisión de dicho programa en vivo y directo desde Maracaibo, "La Tierra del Sol Amada" Lo cierto es que esta expresión no la escuché ni la comprendí tal cual así, sino que en su lugar, lo que entendí fue "La Tierra de ZOLA MADA", desde ahí, todos los años cuando se anunciaba el citado programa sabatino, o un juego de béisbol de las Águilas o era temporada gaitera y se refería la citada expresión, inconscientemente yo escuchaba de manera errada, hoy lo sé, La tierra de Zola Mada!


Tal vez por la poca frecuencia con la que solía oír el epíteto de la ciudad capital del Zulia, por lo proclive que soy a escuchar mal algunas cosas o alguna razón ligada a la límbica naturaleza cerebral, pasaron muchos años hasta que de manera espontánea me hiciera la asociación mental que me aclaró sin que nadie mediara, que la Tierra era del Sol y que lo de Amada, demasiado obvio, era por la querencia al terruño. En ese momento la señora Zola Mada perdió su lugar dentro de mi imaginario individual.


No obstante, cuando para mi, Maracaibo era la Tierra de Zola Mada, más de una vez me pregunté, así de pasadita, quién sería esa señora, tal vez una ilustre mantuana de la época independentista, colaboradora de la causa patriótica, algo al estilo de la mártir Luisa Cáceres de Arismendi. Así que, cuando estudié historia en la universidad tuve el impulso de investigar sobre su procerato, pero siempre se me olvidaba y hacía otra cosa en cambio. En otras oportunidades imaginaba que Doña Zola era una señora de la plebe maracaibera ligada a la fundación de alguno de los barrios tradicionales de la ciudad, tales como "EL Empedrao" o "El Saladillo", en uno u otro caso debió existir, pensaba, alguna plaza o una escuela cuya epónima fuera la pionera del suburbio, señora Zola Mada. Algo así como "Escuela Básica Nacional Doña Zola Mada"


En el segundo caso (fundadora del Empedrao o el Saladillo) me imaginaba a doña Zola como una señora maracuchísima, con rollos en la cabeza, en chancletas y bata, así como puede ser la abuela de cualquiera, dedicada a la preparación de patacones, mandocas y otras delicateces occidentales y por supuesto, devota de la Chinita hasta la saciedad. Un día llegué a pensar, "tal vez doña Zola tenga una hermana en el barrio de enfrente o en Cabimas y ésta se llama Lama, Lama Mada" No sería del todo extraño si precisamos la tendencia de los zulianos a poner nombres un tanto exóticos a sus hijos, no son pocos los casos de maracuchos con nombres como Usnavy ( U.S NAVY ) porque su madre vio dichas siglas escritas en el casco de un barco que anclaba en el puerto de Maracaibo, Teleférico Guzmán, Benzetacil Montiel y tantos más, así que me pareció normalísimo que doña Zola Mada tuviera una hermana radicada en Cabimas, llamada Lama.


En cualquier caso, un día en que por no sé cual razón el tv. estaba sintonizando Venevisión y se anunciaba pomposo, con el vozarrón grave de Winston Vallenilla Sr. "el Festival de la Orquídea de Plata desde La Tierra del Sol Amada", pude escucharlo tal cual y así como bien es, la Tierra del SOL y no la tierra de ZOLA... entonces la señora Mada, su imagen de abuela maracucha (me gustaba más ésta que la de mantuana independentista) Su hermana Lama y todo este cuento se desinfló así como un globo al que no le anudas la punta y lo sueltas, y se va volando anárquico, sin destino hasta que cae en cualquier sitio, reducido e inexistente. Zola se convirtió de súbito en añoranza del maracucho que se va lejos y extraña su tierra calurosa, fronteriza y portuaria. Así de pronto doña Zola Mada, quien había aparecido por mi mente unas cuantas veces cada año, se esfumó!


Aun no conozco el Zulia, es de lo poco que me falta por visitar de mi bellísimo país, sin embargo, cuando vaya a Maracaibo y empiece a pasar el puente, seguramente recordaré a la señora Zola Mada, de quien creía habrían plazas y escuelas con su nombre, por qué no, una calle y de seguro alguna arepera, tienda de video y un negocio de colchones...la Tierra de Zola Mada, qué Molleja Primo!



Illich Sánchez

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