domingo, 20 de diciembre de 2015

EXTERIORIDAD SALVAJE



La belleza acaece
a veces sin brillos
camuflada y mimética.

La belleza engaña
mirarla a los ojos
es perderla de vista.

La belleza asalta 
toma y huye
se apodera, luego suelta.

La belleza duerme
cuando tú sin saberlo
eres solo un sonámbulo en reversa.


Illich.

jueves, 10 de diciembre de 2015

PADRINO LÓPEZ O MOISÉS DAVID (La eterna búsqueda de un héroe)



Desde tiempos inmemoriales hemos conocido héroes, primero en la mitología más arcaica (leyendas como las de Prometeo, Teseo, Perseo, etc.)  y luego en la narrativa épica, en la cual se inscriben obras como las de Homero, Las mil y una noches, El cantar del Mio Cid, pasando por los cuentos de Hans Christian Andersen hasta la saga Star Wars, entre muchas otras. Todas han ido imprimiendo en el ADN de nuestra cultura un esquema, una manera de contar/visualizar las gestas trascendentales.


En dicho esquema, entre otros elementos, aparece el héroe como aquel personaje a través de quien discurren los sucesos narrados y se tejen las historias y leyendas que hoy forman buena parte de nuestra morfología socio/antropológica, e incluso lingüística.


El héroe puede aparecer dentro de la historia por una gran diversidad de causas que casi siempre desembocan en el aspecto de la predestinación. Es decir, el héroe puede ser un príncipe valeroso y noble como Héctor en la Ilíada, alguien que perderá la vida defendiendo a los suyos. También, este héroe puede haber sido capturado por la circunstancia y arrastrado a una situación que él no estaba buscando; por ejemplo podemos nombrar a Aladino, quien se consiguió al genio de una lámpara y de ahí, por casualidad comenzó una trepidante aventura en la cual tuvo que descubrir para sí mismo su valor. Se hizo héroe sin antes saber siquiera que era un sujeto valiente.


Muchas de las películas que vemos, libros que leemos y hasta los cuentos que nuestros padres nos narraron y nosotros narramos a los chicos antes de dormir, están influidos por esta lógica de sentido, la cual podemos abreviar de esta manera: 

El héroe se encuentra en una situación dilemática, la cual le plantea un motivo y una salida, el héroe decide, luego encara, o sea, asume su responsabilidad y posteriormente actúa (todas estas acciones se inscriben en el terreno de la Ética).


Es ahí, luego de la decisión ética, donde el citado personaje juega su papel de ancla de la historia y se enfrenta a la adversidad, acaba con el malo, rescata a la doncella. Y posteriormente recibe la recompensa, por ejemplo, el oro, el trono (pendientes con lo del ORO y EL TRONO), el favor del rey, el amor de la princesa, y en el caso de Héctor que murió por la espada del pélida Aquiles, la gloria.


Algo significativo dentro de todo esto, es que este esquema heroico también aparece, quizás tan ancestralmente impreso, en la narrativa histórica,o sea, aquella la cual creemos que se ajusta a hechos verdaderos. De ahí que los países tengan próceres, libertadores, padres fundadores, entre otras figuras de cohesión de la nacionalidad. En fin, esa es otra narrativa, solo que a ésta se le da carácter de verosimilitud y no de literatura o leyenda.


Ahora bien, qué cuernos tiene que ver toda esta perorata con Padrino López (actual Ministro de la Defensa de Venezuela) y con #MoisesDavid, una etiqueta inspirada en el nombre de un chamo que tuvo la idea de mandar un tweet en el que decía “@NicolasMaduro chúpalo”. Con el agravante mediático de que el receptor del tweet lo leyó en vivo en una alocución posterior a la aplastante derrota sufrida por su partido, y por él mismo en las elecciones del 6D.


Pues bien, el eslabón vinculante entre Padrino López y #MoisesDavid con todo lo antes dicho es que en torno a ambos estamos, consciente o inconscientemente, generando narrativas heroicas. Perfilando a ambos sujetos, en el primer caso, el del general, como el salvador de la victoria opositora, y en el caso del chico, como el portador del estandarte de lo que el 70% de los votantes del país, e incluso más, hasta muchos de los hoy derrotados electoralmente quisieran decirle a Maduro en su cara.


En el caso del ministro creo que el asunto es serio, tal vez grave. Podemos estar en presencia de la gestación/difusión de una matriz discursiva en la cual, aparece la fuerza castrense, otra vez como la responsable de la salvación de la patria, y a este sujeto como el héroe que se “embraguetó” ante los intereses perversos y desconocedores de los jerarcas del régimen.


El peligro de aceptar esto, es que tal narrativa desconoce de plano que la victoria, el cuido de la victoria y la responsabilidad de catalizarla son méritos de la sociedad civil. De cada quién que fue a votar, incluso de muchísimos otrora defensores del gobierno que el pasado domingo decidieron castigarlos con el voto, de las organizaciones políticas y las que vigilaron el proceso, de cada uno de nosotros.


Los héroes fuimos todos nosotros.


Darle gracias al ministro, luego de olvidar que ha dicho cosas como “Chávez debe estar sembrado en todos los cuarteles y en todos los rincones”, que ha amasado una fortuna producto de los cargos en los que ha sido puesto por los que ahora supuestamente enfrentó, que es corresponsable de la corrupción imperante en la Fuerza Armada. Es forzar el elemento heroico donde, valga la redundancia, resulta demasiado forzado. Alguien me dirá, bueno pero algunos villanos se redimen como el caso de Darth Vader. 

Ummm... puede ser, pero ese es Darth Vader y no voy a permitir que me vengan a comparar al al Gran Anakin Skywalker con este señor. Parafraseando a Luke, en Vader aun se podía percibir algo de bondad.


Por otro lado, me gustaría quedarme con Moisés David, el es el héroe circunstancial, el que surge producto de la casualidad y de pronto es el protagonista de un estallido mediático en el cual cientos de memes recrean y parodian el ya "híper parodiable" evento en el que EL PRESIDENTE de un país no pudo ejercer un mínimo freno inhibitorio para evitar ¡leer en voz alta! la frase que ha hecho famoso al chamo, aunque también lo ha asustado y con razón, pues le han llovido las amenazas. Mientras nosotros, le hemos encumbrado como un paladín de nuestra coartada libertad de expresión.


En resumen, Moises David no estaba buscando ser un héroe, a lo sumo quería burlarse de un tipo mucho, muy, extremadamente burlable. No obstante, Padrino López, quizá sí lo busque, por sus intereses (recordemos El Oro y El Trono) o por los intereses de una parte del gobierno que busca cómo salvarse, intentando reflotar del TITÁTNIC’o hundimiento de Cabello, Maduro y toda la partida de impresentables que aun se mantienen gobernando.


A fin de cuentas, creo que si alguien debe asumirse como héroe en todo esto eres tú mismo. En realidad pienso, no sería demasiado pedante decir, en el cuento que narres a tu hijo esta noche antes de ir a la cama…


“Amado hijo (o para hacerlo más informal) Mira chamo, en la historia que hoy voy a contarte, te hablaré de alguien muy normal, sin poderes arácnidos ni armas láser. Este cuento se trata de alguien que un domingo se levantó temprano y fue a votar”



PD. Disculpen por no incluir la arista, manejada por muchos, donde se cree que Maduro hace esas cosas apropósito. Yo sí creo que es extremadamente inútil, y eso incluye cada mamarrachada que se le sale.

Illich.

viernes, 4 de diciembre de 2015

FALTAN DOS DÍAS.

Luego de cuatro días volvió el Internet... Cómo hace uno para no sospechar, para no pensar que ésta es otra expresión del black out informativo con el que la mafia gobernante sigue urdiendo tretas de cara a las elecciones de pasado mañana.

Una treta más, porque no es a mi solo ni al sector donde habito al cual le ha fallado este servicio en los últimos días. Otra artimaña que se suma a las tácticas para confundir al electorado, como ya hemos sido testigos, solo por nombrar una, con los carteles que la célula del CARTEL llamada MIN UNIDAD, en los que de forma artera muestran a un Ismael García sosteniendo un pendón de esta, no se si llamarla organización o llamarla BANDA CRIMINAL dirigida por el arrastrado, parásito llamado William Ojeda (¡ARRASTRAAAAOOO!) 

Mejor la llamo así. Esta banda cuyos miembros, respondiendo con miedo ante la denuncia de una ciudadana le saca un arma y le apunta. Ese sujeto que aun debe andar suelto a pesar de estar plenamente identificado en flagrancia y por aparecer abrazado en decenas de fotos con los líderes del CARTEL, sus jefes, los que lo arman, los que le ordenan y le pagan.

Hace cuatro días expresaba mis temores por todo lo que podría avecinarse esta semana hasta el 6D, hoy siento que el mayor miedo está de parte de ellos, de la mafia, del CARTEL que gobierna.

Sus concentraciones, en las cuales regalan perros calientes, cervezas, por las que pagan y presionan para asistir, se han visto vacías. Ante el ridículo de la pírrica asistencia, la cual no pueden ocultar ni con los juegos de cámara y de esa teatralidad que les caracteriza, han optado por no transmitirlas. 

Por el contrario, saturan la televisión, la radio y la prensa de propagandas manipuladoras que intentan sembrar la idea de que el "paraíso revolucionario" que han creado, donde todo es gratis y por ser gratis no importa que sea pésimo, se va a perder. Saturan los medios con imágenes de El Difunto, intentando arañar votos en el arraigo de ultratumba, en una lealtad con la que no se compra nada en los mercados, mercados que siguen vacíos no importa las excusas que quieran dar. 

Pese a todo esto, sigo pensando que el 6D va a resultar una jornada muy dura, soltarán sus demonios en moto, amedrentaran, llamarán por teléfono, manipularán a los electores, sobre todo a los hasta ahora pertenecientes a su capital político (empleados públicos, beneficiarios de misiones, estudiantes que han recibido las tabletas) para emplazarlos a votar por ellos, so pena de saber por quién lo harán, conminándolos a no traicionar al proceso y todas las "marramuncias" que siempre dicen. 

Mi llamado sigue siendo insistente sobre los indiferentes, sobre los "parrilleros" y "playeros" que ese día le dejan todo a la suerte para luego hacerse los locos y decir con cara de iluminados y lectores del tarot que "ellos sabían" ¡VAYAN A VOTAR POR LO QUE MÁS QUIERAN! Yo no sé de donde carajo sacan para comprar la carne, pero si ya la tienen, hagan la parrilla al medio día después de IR A VOTAR. 

A los que sí votan, no caer en provocaciones, que las habrá y por montones. No hay que dejarse tentar, amenazar ni confundir. Hay que cuidar los votos y recordar que todos, incluso los chavistas de base, hemos sido víctimas de estos malandros que se dicen gobierno y que ahora ven que fácticamente pueden perder la patente de corso con la que se han enriquecido de forma grosera a costa de todos. 

¡VAMOS A VOTAR COÑO! 


 Illich.

jueves, 19 de noviembre de 2015

XENOFOBIA EN EL MUNDO DE HOY

                                   .

Por Illich Sánchez


Ponencia presentada en el foro Matices y Semblanzas de la Postmodernidad,
en el marco del Día Mundial de la Filosofía
UPEL-19/11/2015



Hoy obedecemos mucho más a la expulsión 
y a repulsión que a la pulsión propiamente dicha.

Jean Baudrillard.


A comienzos del mes de septiembre de este año (2015) se hizo viral un vídeo de quien, después se supo, era una fotógrafa húngara. La mujer en cuestión lleva por nombre Petra Laszlo, se le veía dando de zancadillas a una niña para derribarla, el incidente se vivió en un paso fronterizo entre su país y Serbia.

En el vídeo se le observaba claramente dando de patadas a niños pertenecientes a un grupo de refugiados sirios los cuales pretendían utilizar un corredor entre la frontera serbo-húngara para seguir su camino hasta algún país que les diera asilo luego de haber trasegado una peligrosa ruta marítima, la misma que vio morir a tantos en las costas de Grecia y Turquía, y que dejó para la vergüenza mundial imágenes como la de aquel bebé muerto, casi como acurrucado en la orilla, luego que la chalupa en la que él y sus padres escaparan del horror de la guerra, colapsara.

Estas páginas no están dedicadas a Petra Laszlo, pero la escena en la que patea y da zancadillas a aquellos refugiados es en esencia el telón de fondo de esta disertación acerca de la xenofobia, vista como fenómeno y manifestación latente dentro de esta contemporaneidad a la que podemos llamar, para salir de apuros, era postmoderna.


¿Dónde estamos?

Según Martín Hopenhayn

El  discurso de la modernidad y el desarrollo lograron generar un orden y un imaginario centrado en conceptos como los de Estado-Nación, territorio e identidad nacional. Hoy estos conceptos se ven minados por afuera y por debajo: de una parte la globalización económica y cultural borra las fronteras nacionales y las identidades asociadas a ellas, mientras la diferenciación sociocultural cobra más visibilidad y voz dentro de las propias sociedades nacionales.

Cuando me corresponde abordar el tema de la Postmodernidad en mis clases de filosofía o sociología, suelo presentarla en dos perspectivas (no es que no haya otras) una, la que supone el tiempo que sucede a la crisis de los valores propios de la modernidad (la razón, el nacionalismo, el sujeto, la ideología, etc.) La segunda, propende hacia la problematización de esa primera visión, es decir: la crisis de los valores icónicos del herraje epistemológico y ético de la modernidad dio a luz un discurso que invitaba a la superación de estos dispositivos de verdad (repito, la razón, el nacionalismo, el sujeto…) “La muerte del sujeto” “la muerte de la escuela” eran proclamas comunes en los textos de autores como Lyotard, Baudrillard, Lipovetsky entre otros. Bien, este discurso también va a entrar en crisis.

Por qué se problematiza esa visión que nos emancipaba de los anclajes de la sociedad moderna. Pues por algo que algunos nos preguntábamos allá a finales de los años noventa, ¿y después de todas esas muertes, qué? Es entonces donde el propio discurso postmoderno se rehace, se re/enuncia, se re-ubica en un punto donde se comienza a leer y escuchar autores hablando de una modernidad híbrida, tal como lo hace Baumann con su concepto de Modernidad Líquida, o  Vattimo quien en el plano ético/político plantea no el abandono de la Identidad, no su muerte sino la reestructuración de dichas identidades en torno a intereses más cercanos y mediatos a los individuos. En tal sentido, Maffesoli con toda su teorización sobre el Tribalismo Urbano consigue conceptualizar una dinámica social que no siendo de suyo moderna, tampoco evoca una trascendencia sino más bien un reacomodo.

Reacomodo de la forma en la que la gente dentro de una sociedad, vista como expresión de lo urbano, se identifica en relación a una simbología distinta a la prescrita en el ideario moderno. 

“De dónde eres” ya no va a ser tan importante como “dónde estás”,

Ahora bien, y ¿dónde estás? he ahí el asunto.

Es una obviedad el que el mundo de hoy no aparece como el tranquilo planeta que los estadistas pletóricos de optimismo vaticinaban luego del fin de la guerra fría, por el contrario, asistimos a un tiempo violento que vale la pena mirar como la continuación de los problemas no resueltos al final de la Segunda Guerra Mundial. Luego de los años noventa, pulverizado el muro de Berlín, derretido el metal de la cortina de hierro, parece que los materiales de ese par de estructuras simbólicas hubiesen sido reutilizados para erigir nuevas barreras y forjar armas para los nuevos conflictos, mejor dicho, nuevas armas para los mismos viejos conflictos.

Los balcanes, Chechenia, Crimea, Irak, Kurdistán, Afganistán, cachemira, la llamada Primavera Árabe, conflicto que dio origen a revueltas y guerras civiles en Túnez, Egipto, Libia, Siria. El continuado conflicto Palestino/Israelí, Ucrania, Tailandia… No son todos, falta África y su madeja de conflictos político/tribales. humanitarios y fronterizos, Colombia, las maras de Centroamérica, el hambre en el norte de México, la situación político/económica en Venezuela (por supuesto). Una de las características comunes de todos estos escenarios es la producción de desplazados, gente que se muda, queman sus naves y parten para huir de la violencia, la persecución, el  hambre o la falta de empleo y de oportunidades. 

Todo esto genera una reacción en los países receptores de aquellos desplazados. Así la describe Hopenhayn:

 ...a mayor afluencia de migrantes internacionales y fronterizos generan se –o reviven- la xenofobia y los prejuicios raciales en los países receptores, lo cual se exacerba si en estos últimos aumenta el desempleo y se hacen más deficitarios los servicios sociales básicos provistos por el Estado. Ante esta última situación, grandes contingentes de obreros poco calificados, jóvenes desocupados y dependientes de la subvención estatal, tienden a levantar chivos expiatorios para responsabilizarlos de su propia situación: los extranjeros que disputan puestos de trabajo y los beneficios sociales del Estado de Bienestar. Un nacionalismo reactivo comienza a verse en países industrializados frente a grupos étnicos de otros países que llegan, a su vez, expulsados de sus lugares de origen por falta de oportunidades, o bien porque a su vez se refugian de situaciones de guerra que han padecido en sus países de origen. Las acciones de los jóvenes pro-nazis en Alemania constituyen un triste ejemplo. Nuevos y viejos fanatismos adquieren grandes dimensiones y generan situaciones incontrolables en regiones enteras. Algunos de ellos se ejercen desde el propio Estado, y la consecuencia más dramática de ello en los últimos años es el conjunto de genocidios sufridos por Bosnia, Timor Oriental, Ruanda y Kosovo.

Entonces, la inefable Petra Laszlo tenía razón en patear a la pequeña niña siria. Digamos categóricamente ¡no! Apostemos por intentar entender el proceso más no por justificarlo. Qué debemos comprender de una reacción como la de esta mujer a la luz de un constante flujo de personas desplazadas las cuales acceden a países, por las razones antes expuestas y cuyas poblaciones autóctonas ya acarrean con las tiranteces de sus economías, sus dramas sociales y por supuesto, con la manipulación de las respectivas clases políticas internas.




Se puede aceptar que se potencia el resurgimiento de elementos propios de la discursividad moderna (tanto la explícita como la intertextual) tales como el nacionalismo, el derecho manifiesto a la propia tierra o el odio al diferente, al extranjero. Incluso podemos ir mucho más atrás, a la antigüedad de Aristóteles y su definición de Bárbaro, en parte el génesis propio de la mismidad occidental. El bárbaro no come pan, no siembra el trigo, no habla griego; por tanto no tiene derechos en la Ciudad-Estado, tampoco tiene derecho a surcar el Egeo de gratis, el bárbaro es bruto e innoble, por todo eso puede ser conquistado. El problema con esta idea del estagirita es que los persas pensaban exactamente lo mismo, y eran muchos más, lo que produjo unas cuantas guerras y cruces del Elesponto con sus subsecuentes arrases. 

Por todo esto, podemos entender la xenofobia como un reflejo socio/psicológico provocado por el temor de algunos a ser los próximos desplazados, incluso dentro de sus propias fronteras, arrimados y confinados a una sola habitación dentro de sus mismas casas, para decirlo con una metáfora inmobiliaria.

No obstante, aparece otro ingrediente en esta mezcla, el político; bien sabemos que el pensamiento conservador, sobre todo llevado a ultranza, consigue en elementos del discurso asociados al nacionalismo, el orgullo patrio, la distinción entre propio y ajeno, uno de sus anclajes más recurridos a la hora de granjearse adhesiones y simpatías. Así pues vemos personajes como Donald Trump, ese mal payaso, déspota y vulgar, pero sumamente rico, quien habla de expulsar a los latinos, a la vez, que culpa a los mexicanos y centroamericanos de las distorsiones económicas y los problemas de inseguridad de los EEUU. 

Sin embargo el problema no sería que un millonario bufonesco saliera diciendo estupideces por Internet,  televisión y prensa, descargando culpas propias en otras personas y ofreciendo una ingente deportación de niveles bíblicos como solución a los males de Norteamérica, el problema es que ese sujeto por un buen rato ha liderado las encuestas del partido Republicano. Lo que es muestra del calado de ese discurso, es decir que muchos estadounidenses comparten ese pensar y por tanto, coinciden en que quien accede a su país es prácticamente un invasor, tal como lo plantea Cioran a continuación:

Es equivocado hacerse del exiliado una imagen del que abdica, se retira y se oculta, resignado a sus miserias, a su condición de desecho. Al observarlo se descubre en él un ambicioso, un decepcionado agresivo, un amargado que, además es un conquistador. Cuando más desposeídos estamos más se exacerban nuestros apetitos y nuestras ilusiones. Pg.55

Cuesta creer que la niña a quien Petra Laszlo daba de patadas, o el bebé ahogado en las costas turcas sean unos conquistadores, pero ¿acaso no son los refugiados sirios en masa, a pesar de ser víctimas de un conflicto bélico, también los causantes de un cambio importante en la dinámica social de los países donde finalmente se instalan?

Y si cambiamos de escenario y ahora hablamos de la reacción de muchos panameños en torno al desplazamiento de miles de venezolanos a ese territorio, éstos (los venezolanos) no llegan en balsas ni cruzan una frontera así como el gobierno de dicho país forzó a los indocumentados colombianos de manera brutal, muy xenofóbica por cierto, a trasegar las ocres aguas del río fronterizo con sus objetos de valor sobre los hombros. Los venezolanos que volaron en masa a Panamá en gran medida trasladaron sus cuentas bancarias, bienes, negocios, mano de obra calificada y tuvieron/tienen una incidencia obvia en la prosperidad de aquel país. 

Sin embargo, todo pareciera estar sujeto a un delgado equilibrio, y el rechazo sólo debía ser alimentado por un cambio de gobierno y con éste, la estimulación del discurso nacionalista  que grita “Panamá es de los panameños” para que hoy sea lugar común, tal vez con algo de razón el decir de muchos canaleros, que los venezolanos ya son demasiados, que no solo se van los buenos y que éstos al llegar, sí se comportan como esos conquistadores de los que nos habla  Cioran.

Por tanto, resulta difícil asumir que la xenofobia aparece como un mero y espontáneo odio a lo diferente, tal vez sea la reacción visceral y  al tiempo, estimulada de acuerdo a intereses de turno, ante una compleja situación de acomodos demográficos y culturales que acaecen en el mundo.

Eso lo saben bien algunos gobernantes, y ya que hablamos de bufones, cuando Nicolás Maduro decretó la expulsión de los colombianos de las ciudades adyacentes a la frontera común, las acciones detestables puestas en práctica por fuerzas militares venezolanas estaban respaldadas por un discurso que culpabilizaba a los indocumentados de la escasez reinante en el país, del tráfico y de la inestabilidad interna. 

Meses después, vale acotar, de la brutalización de esas personas, todos los elementos de nuestra crisis social aun están, incluso más agudos y profundos. Lo que emprendió el gobierno de Maduro con su acción xenofóbica impostada y artificiosa, fue como de costumbre intentar desviar la atención de la población de los asuntos que son responsabilidad del Estado, pero eso ya es parte de nuestra cotidianidad política.


¿Dónde vamos?

Con los recientes atentados terroristas de París, una nueva oleada de odio xenófobo se cierne sobre los pueblos árabes (esto puede alcanzar a todos los inmigrantes), ya bastante desprestigiados por los discursos aglutinadores y reduccionistas que equiparan a pueblos enteros con las detestables prácticas de algunos grupos cuya intención política se sirve de la religión, la raza, las diferencias y la propia xenofobia para, tanto afianzarse y dominar a la población que hegemoniza, como para expandirse en una guerra espiral que vuelve siempre sobre sí en episodios de ataque y contraataque sin que haya más perdedor que los civiles tanto de aquí como de allá.

En torno a esto, es posible argumentar que el asunto del terrorismo poco o nada tiene que ver con la religión desde una perspectiva esencialista, tal cual lo deja ver Zizek cuando dice:

Los yihadistas sufren una falta de convicción religiosa, pues necesitan demostrar su poder y tienen miedo de los no creyentes. Si fueran firmes en sus ideas, no tendrían que sentirse amenazados.  

También el irascible escritor Arturo Pérez-Reverte apunta en esa dirección cuando afirma:

 La forma en que el Islam radical impone su ley es la coacción: qué dirán de uno en la calle, el barrio, la mezquita donde el cura señala y ordena mano dura para la mujer, recato en las hijas, desprecio hacia el homosexual, etcétera. Detalles menores unos, más graves que otros, que constituyen el conjunto de comportamientos por los que un ciudadano será aprobado por la comunidad que ese cura controla. 

El asunto se agrava cuando el religioso en cuestión porta un Kalashnikov y un cinturón de granadas. 

Esto puede dejar claro que el apartamiento, violento o simbólico de aquellos incluso de comportamiento distinto dentro de la propia sociedad a la que pertenecen, puede formar parte de una práctica de poder, de las bien descritas por Foucault, con la cual se segrega a quienes, aun siendo parte de un conglomerado social no se ajustan a la norma impuesta por los que mandan. Si la norma es odiar, el que no odie pasa a ser odiado.

Con lo dicho, pareciera que estamos entrampados, una vez más, pues aun viendo a la xenofobia como una reacción “comprensible” la gran pregunta de aquí al futuro sería pues ¿a dónde vamos? No parece que a ese mundo cosmopolita y de multietnicidad, de tolerancia y alteridades que planteaba el discurso postmo de los años noventa, quizás hemos vuelto como es nuestra más humana costumbre a nuclearnos dentro de las viejas corazas del orgullo nacional, las gestas de los proceratos autóctonos, el odio al imperio invasor, la defensa de los arcaísmos asociados a la tradición y a la PATRIA! 

No sé por qué esto me suena familiar.



REFERENCIAS


Baudrillard, La transparencia del mal.
Cioran, La tentación de existir.
Foucault, Vigilar y castigar.
Hopenhayn, El reto de las identidades y la multiculturalidad.
Pérez-Reverte, Sobre idiotas, velos e imanes.
Zizek, El Estado Islámico ¿sólo se trata de religión?





sábado, 14 de noviembre de 2015

ALGUNAS COSAS NO SON SINÓNIMOS, AUNQUE ALGUNOS QUISIERAN.

Cada vez que unos asesinos perversos, movidos por el odio y el adoctrinamiento ideológico efectúan ataques terroristas en alguna ciudad del planeta, más cuando esta ciudad es una emblemática capital de occidente, la obvia reacción de rechazo y repudio de la mayoría de la población mundial acarrea consigo un conjunto de pareamientos arbitrarios, los cuales son incluso estimulados por muchos políticos con pretensiones tan doctrinarias como las de cualquier líder escondido en las montañas de Kandahar o del que aparece insuflando odios desde un sitio web del internet profundo.

De inmediato miles repiten cosas como "todos los árabes son terroristas" "todos los árabes son musulmanes" "el Islam es una religión violenta" "el mundo civilizado vs. el salvajismo religioso del medio oriente" entre otras enunciaciones  que sirven tal vez de catarsis ante el dolor y la preocupación,pero que a su vez ayudan a atizar el odio más que procurar la búsqueda de soluciones, inciden más en el deseo de una venganza, que en la posibilidad de algún tipo de justicia.

Empecemos diciendo que NO todos los árabes son musulmanes, los hay cristianos, paganos, incluso practicantes del judaísmo.En segundo lugar, no todos los musulmanes son árabes, pues hay musulmanes persas (los iraníes) los hay eslavos, balcánicos, asiáticos, afroamericanos, latinoamericanos... tercero, los yihadistas no son todos árabes o de origen árabe. Cuarto, el Islam es tan violento o pacífico como sus líderes lo conduzcan, su texto sagrado está lleno de tantos absurdos como cualquier otro texto religioso, hasta el que usted lee, léalo  bien; también tiene tanto contenido dedicado al amor, valores y pautas de vida como se pueden hallar en la Torá y la Biblia.

Quinto, el fundamentalismo no es solo islámico, por ejemplo, el asesino que detonó las bombas en el edificio federal de Oklahoma City, Timothy McVeigh, era un fundamentalista cristiano de derecha. Recordemos que el fundamentalismo es la visión exacerbada de una doctrina. En fin, lo que hace a un terrorista, terrorista, es la ideologización de su doctrina religiosa, la siembra de odio que emprenden líderes políticos que usan la religión como mampara para el despliegue de su maldad.

Por que salgo con todo esto, bueno, por respeto a grandes poblaciones del mundo que no se meten con nadie, que también sufren. Igual en parte, porque aquí en Venezuela el poder lleva años jugando con esas arbitrariedades discursivas. Para muestra un botón; "la oposición es La Ultra Derecha" resulta que en la oposición hay gente de izquierda, centro izquierda, derecha, centro derecha, social cristianos, social demócratas y gente que ideológicamente NO ES UN COÑO pero no está de acuerdo con este régimen.


Lo de París es terrible, lo de New York lo fue, en Londres y España se ha sufrido  atentados horrendos, indecibles, pero también en Damasco, El Cairo, Mosul, Ankara, Kabul,Lagos, Alepo y Palmira todos los días mueren civiles, cientos de niños, asesinados por los que tomaron esos territorios a nombre de un "dios" o de los que los bombardean en nombre de la "civilización".

Creo que el mundo está plagado de trampas, minas de odios que pueden explotar bajo nuestros pies con cada paso que damos. No obstante, al repudiar un evento sangriento no debemos (al menos eso creo) decir "mueran los musulmanes" Eso es lo que precisamente quiere ISIS y los vendedores de armas que miran en la guerra el negocio más lucrativo de la historia.

Illich.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

BANDONEÓN

Rara, caprichosa, cruel. La vida en su sinuosa voluntad, de cumbres y abismos, de cambios de timón.
 
Esa vida, a veces nos encuentra en esquinas oscuras, empapadas de tristeza y al doblarlas, una luz tenue va marcando una ruta a la sonrisa, a la tímida palidez de una alegría pequeña; vuelve luego al miedo, al vértigo, a la ausencia. De ahí, a la dicha, al orgasmo, al sueño.
 
Ciclos de amor y de añoranza nos envuelven los días, ganas sumergidas en otras ganas. Conspiraciones de recuerdos precedentes de miedos paralizantes sucedidos por días en que somos el Superhombre de Nietzsche o el supermán de los cómics y las jugueterías, o el héroe de alguien y el malo de los cuentos de aquellos que nos odian.
 
Se estira y encoge la vida, a veces lenta, armoniosa y acompasada como la cópula de unos amantes que se aman, otras veces rauda y violenta como el sexo de unos amantes que se odian.
 
Ayer pasé por una de esas esquinas, la que enfrenta las calles Adiós y Desolación. Me llevaron mis pasos; como siempre en casos similares, enmudecí. Estaba ahí parado impávido de cara a la tristeza, plantado a metros de un afecto queriendo partir, en la retirada de los caballeros.
 
Frente a la marcha, la única marcha, la del único adiós, un adiós sin ventana ni pañuelos, uno sin hasta pronto. Y mientras, a mi me lloviznaban los recuerdos, se me hacían aguacero, me resbalaba en ellos, mirando los adoquines perderse en la penumbra absorbente de un pasado recién nacido.
 
Mudo, impávido, inútil como suele pasarme en esos casos, ahí estaba yo pensando en un tango, en un bandoneón soltando su influjo de ecos permanentes que van y vienen desde las esquinas más lóbregas del puerto de aguas densas donde zarpan las emociones sublimes, los quejidos, los gemidos, las palabras de amor y el amor silente de los transeúntes y el amor a gritos de las candilejas y el amor infamante de las siluetas.
 
 
Illich.

jueves, 29 de octubre de 2015

ROQUE.


 
Ayer fui a almorzar al lugar donde suelo ir cuando el tiempo me apremia, cosa que ocurre casi siempre, iba con un amigo y colega. Para variar hablábamos de la crisis política, de la economía… Justo cuando yo estaba refiriéndome a uno de los jefes de la mafia que domina a Venezuela me percaté que en la cola para comprar los tiques de la comida, tres personas más adelante estaba Roque Valero, un tipo pálido, narizón, pequeño y muy delgado. Vestido con una chaqueta y roja marca Adidas y un mono de la misma y capitalista marca.

Sentí ira, me dieron ganas de pegarle cuatro gritos, de decirle cualquier cosa y por qué no, de darle un solo coñazo por payaso, jalabolas, indolente, enchufao, arribista, títere, aprovechado, inmoral, entre otras cosas que le considero. Incluso, simplemente por ser un representante del establishment corrupto que ahoga al país y con éste a mí, a mi familia, los que conozco y a los que no, pero veo hacer colas, morir a bala y padecer penurias todos los días. Tal vez sea por considerarlo  una labor inútil con un sujeto así, no me provocó invitarle a un debate de altura, sobre ideología, sociología política o historia socioeconómica contemporánea.

Ya hiperventilaba de la  rabia cuando vi bien alrededor, me percaté que Roque no estaba solo, lo cuidaban tres gorilas, suficientemente grandes como para jugar de pivots en un equipo de básquet, suficientemente armados como para quitarle las ganas de decir nada a cualquiera, suficientemente mal encarados como para jugar de escoltas de un imbécil como  el autor de “nuestra historia”

A Roque nadie lo saludaba pero todos en la cola lo reconocían, la gente murmuraba por lo bajo, los que atendían el negocio hicieron chistecitos sobre su persona. Más allá hacia las mesas, nadie supo que él, el candidato a diputado por el partido oficialista honraba el establecimiento con su chavista presencia.

Luego de pensarme bien el hecho de armar un escándalo y decirle una sarta de cosas, dejé de hiperventilar y de mirar de reojo a Urco, Maguila y Simiolón, tomé mi tique y fui a por mi comida, afortunadamente Roque con sus guaruras se fueron en dirección contraria.

Es impresionante, es un tipo de presencia insignificante, de esos que jamás te imaginarías emprendiendo una labor física como agarrar el transporte público en hora pico, tampoco parece un cantautor bohemio, ni un artista. Pero todos esos son prejuicios míos, dominados por una rabia social que lamentablemente se ha apoderado de mi. Cualquiera pensará que es absurdo sentir de esa manera al ver a un mequetrefe así, que tengo problemas, que debo ir a un psicólogo. Los chavistas que lean esto dirán “Visteee, es un violento golpista y pitiyanqui apátrida que no apoya al talento nacionaaaaaal”.

También espero que alguien me entienda.

Llevamos años viendo declaraciones, leyendo tweets y entrevistas de este sujeto, el lugar común de sus  afirmaciones, es el descaro “Yo no hago colas porque la que hace mercado es mi mujer” dijo una vez. Es un pelele, un mal actor, peor cantante, un terrible político. Pero quién dijo que debe sobrar el talento para ser ministro, diputado o presidente del chavismo…

Roque es, como Nicolás, como Aristóbulo, el ministro de educación, el del interior o cualquiera, una muestra más de que la mediocridad con plata y con poder puede establecerse y mandar por años, 17 años incluso. Más aun, es hasta posible que Roque gane como diputado por Aragua y nos represente en la Asamblea Nacional. Lamentablemente y por experiencias previas ya se sabe que ese tipo de gente inocua, foránea, mediocre y mal intencionada, en Venezuela, gracias a lo que sea, a Tibisay y a los que no votan, puede ganar elecciones.

Roque, nuestra historia es diferente, de pana que sí...

 

Illich.

jueves, 1 de octubre de 2015

EL MINISTRO



Conocí al actual Ministro de Educación de Venezuela cuando yo era estudiante y él era profesor contratado en mi universidad. Me caía bien, admito, era un tipo con un aire de intelectual de centro-izquierda y con las mismas aspiraciones burguesas de cualquier profesor universitario; tener seguridad social,  mejorar el carro, adquirir casa propia para su familia, vivir con cierta comodidad.

Es curioso, pero el primer libro de Fernando Mires que leí me lo prestó el ahora ministro. Sí, Fernando Mires, el odiado y denunciado de ultra derechista por el régimen que ahora le paga el sueldo al ministro. En ese tiempo, el señor Rodulfo Pérez (El Ministro) se explayaba discurriendo sobre las ideas de aquel Mires postmodernista, en una prosa que tanto, criticaba la caducidad de las ideas modernas, como a su vez privilegiaba el fenómeno globalizador, el libre mercado y la necesidad de minimizar el papel del Estado en la economía; reducir de tamaño aquel leviatán ingente que se tragaba todos los recursos de un país en su propia manutención.

Por estos días escuché a ese ministro desestimar las ; también dijo que Venezuela está a la vanguardia mundial en tecnología de la educación. Es un mentiroso este sujeto, cosa que lamento pero no me extraña. No obstante, aun no me aclaro en si se lo cifras de deserción escolar en el país, lo oí declarar que el 98% de las escuelas están en excelentes condicionesha vuelto o siempre fue un falso.

Los años como funcionario del régimen han modificado su retórica, ahora no habla con los clichés propios de la intelectualidad pequeño burguesa, por el contrario, se expresa con la pastosa y agobiante jerga oficialista, nombrando al Galáctico, a Bolívar, a su supuesto compadre Maduro y por supuesto,  repitiendo todo dos veces para implementar la inclusión nominal del género en todas sus frases “Los niños y las niñas de la patria o el patrio comenzaron y comenzaran el año o la aña escolar y escolor.”

Pasa el tiempo y la gente decide qué camino toma, quisiera decir que no tiene nada de malo defender o militar con este régimen pero, contrariamente considero que hay un enorme grado de culpabilidad, aun cuando sea la ignorancia la causa, en las personas que siguen apoyando este gobierno corrupto, asesino, hambreador y totalitario. Pero este no es el caso del Ministro, ni de ningún funcionario de nivel dirigencial, en cuyos casos hacen vida directa y se benefician ostensiblemente con las políticas de Estado que nos menoscaban a la mayoría.

Este sujeto es Ministro de Educación de un país donde muy pocos quieren estudiar, donde los jóvenes se marchan en cantidades indecibles, donde las escuelas se desmoronan, donde los maestros devengan salarios entre los peores del mundo y han perdido todos sus beneficios sociales, donde el gobierno mata y tortura estudiantes.

Este sujeto es Ministro de Educación de un país cuyo gobierno se ufana de extender la ignorancia, de tener un presidente que ignora sobre casi todos los temas que le competen, digo casi porque sobre represión y persecución, es un experto.

El Ministro de Educación de Venezuela, éste y los anteriores durante los últimos 17 años solo funge como un Ministro de propaganda más, así como lo son todos en el Gabinete de Gobierno, expertos en publicidad para imponer y vender el nihilismo de su doctrina y las vaciedades de su praxis gubernamental. No es más que un ministro de mentiras, un Ministro de la Mentira.

 

Illich.