martes, 20 de diciembre de 2016

UN CUENTO DE NAVIDAD (La de acá)


Sentado en una de las mesas del área de la piscina, Juan “el escolta” toma dictado en una hoja suelta de la carta a El Niño Jesús que  Michael Ernesto, el nieto de 8 años de La Ministra, le va dictando mientras se le viene a la mente todo con lo que ha estado soñando durante este año.

Se encuentran en las áreas verdes de una de las tres mansiones que La Ministra ostenta en el país, junto a éstas, otras posesiones, que suman un apartamento en Punta Cana, tres inmuebles en Miami y un piso en la 8va Avenida de Nueva York, completan, lo que se conoce de, la lista de propiedades que con su trabajo, su lealtad y su entrega al “Proceso” La Ministra ha ido aglutinando durante los 18 años de La revolución. Tiempo en el cual, La Ministra ha dado pruebas contundentes de su ciega convicción socialista, destacando en todos los cargos que le fueron confiados, respondiendo siempre con un “venceremos” ante las miles de veces que ha sido llamada por la consigna “Patria o Muerte”

Michael Ernesto se llama así por Michale Jordan y por Ernesto “Che” Guevara, asiste a un colegio privado en el este de la capital, al mismo que van los nietos del presidente, los hijos de un general amigo de sus padres y un primo que también es nieto de su abuela, La Ministra. Los juguetes favoritos de Michael Ernesto son los pertenecientes a la mercadería de Star Wars, entre sus posesiones más preciadas figura su cama, la cual emula la figura de El Halcón Milenario, un morral de R2D2, una chaqueta de Chewacca (muy peluda) figuras de acción de cada personaje importante o secundario. Tiene 3 sables de luz, un Stormtrooper casi de su tamaño y, por supuesto, un disfraz de Darth Vader.

“Querido niño Jesús -comienza a copiar Juan- este año me he portado bien, o más o menos bien. Por eso quiero que me mandes de regalo la colección completa de “ROUGUAN” la última película de ESTAR GUARS. No se te olvide un K2, el robot nuevo, el negro, ese…y lo otro que te iba a pedir era un AIFON, un reloj, adivina de qué, siii de Estar Guars y una gorra de los Leones para Juan. Eso es todo, gracias Niño Jesús”

De los 7 escoltas que el SEBIN asignó a la protección del niño, Juan es con quien él se ha encariñado, se le monta en la espalda al salir del colegio, le da parte de su desayuno y cuando está en casa lo busca para jugar. Juan, a su vez tiene dos niños, John José y Juan Andrés, sus hijos jamás han conocido a Michael Ernesto pero tienen varios de los juguetes que éste ha desechado casi nuevos, sobre todo juguetes que le obsequian los aduladores de La Ministra, y que si no tienen nada que ver con la saga galáctica, éste casi ni les presta atención.

Juan dobla la carta y se la entrega en sus manos al niño quien corre dentro de la mansión a dejarla junto al arbolito, un pino de casi tres metros que se ubica en el centro del salón principal del caserón, junto a la foto del Comandante. En medio de la carrera el niño saborea la hora en que, como siempre, todos sus pedidos lleguen a sus manos, ya se ve jugando con los droides y los alienígenas, las naves y los vehículos de asalto, recuerda la emoción que sintió cuando fue al cine a ver la película en una sala reservada sólo para, sus amiguitos, primos y otros que conoce aunque los vea poco. Michael está lejano a pensar que en realidad, todos son los niños de la ÉLITE SOCIALISTA.

Una vez el niño depositó la carta a los pies del árbol, ésta fue tomada de inmediato por uno de los asistentes de La Ministra, quien a su vez la volvió a llevar con Juan. Al entregársela le dijo “Anda, búscame to´estos corotos, te llevas esta carta firmada y sellada por el Presidente del SUNDDE, que no falte ninguno, además me traes tres Barbis, un Play Station, y cuatro legos de esos mamorrúos, que los carajitos míos también piden, y piden que jode”

Juan toma la carta, la mete en el bolsillo de su chaqueta de cuero negra, se calza sus Rai Ban (Hijos también de un decomiso) y aborda junto con dos “funcionarios” más la Toyota blindada, arrancan y se van a cumplir los sueños de los pequeños, también buscará juguetes para sus chamitos. 

Porque como dijo el presidente “AQUÍ EN VENEZUELA, NINGÚN NIÑO SE QUEDA SIN SU JUGUETE EN NAVIDAD, VERDAAAA”



sábado, 17 de diciembre de 2016

VENEZUELA - ENTRE BRAHMS Y LAS FAUCES DEL KRAKEN



Amanecí escuchando Brahms, no por abstraerme de la realidad, sino por intentar calmarme, y ver qué hacer. Por ponerme en la mente algo más que no sea la angustia por lo que desde hace tanto sigue "estando a punto de pasar" y a la vez pasa, en este ETERNO CONTINUO de desastre nacional nuestro de cada día.

Lo que nos hizo el gobierno, lo último que nos hizo, fue nada menos que EL ROBO PERFECTO, jamás visto en película alguna, por ficcional que fuere. Imagínense al Malo diciendo mientras frota sus manos de malo, con tono de malo en su cubil de malo "Y AHORA LES VOY A ROBAR EL DINERO DE UNA MANERA QUE TODOS ME LO TENGAN QUE TRAER Y DÁRMELO PARA QUE SÓLO YO TENGA TODA LA PLATA DEL PAÍS, VERDAAA"

Imagínense al "Bueno" con cara de pajúo, de imbécil o de malo disfrazado de bueno, amarrado y amordazado, sin ninguna acción preparada para soltarse y detener al Malo... Eso en el caso de que tuviésemos aun la esperanza de que en esta plana y rústica historia, exista un bueno y sea La MUD.

Luego, la gente, el pueblo, nosotros...tú y yo. Corriendo de la cola de la harina a la cola del banco, con unos billetes inútiles que ahora debemos entregarle al gobierno en sus manos de Malo, para que no nos devuelva NADA...

Si hace dos semanas la histeria era por sacar la platica y tenerla guardada en el rincón más invisible de la casa a fin de estar preparados "PARA CUANDO SE PRENDA EL PEO", Si las colas en los cajeros eran enormes y salíamos arrechísimos cada vez que nos pagaban con billetes de 50 y 20. Si el rollo era que necesitábamos una carretilla de plata para pagar un repuesto o un remedio, si los puntos estaban lentos, si Banesco no sirve, si el Mercantil era una mierda, si el GCDSM del Venezuela... ¡¿Y ahora?!

Ahora simplemente los puntos no pasan, los bancos están pelados, y la plata que estaba en el rincón más invisible de la casa, se nos quedó inútil entre las manos, se nos escurre como arena, se nos desmorona como hojas secas... ¡Un COÑO BRAHMS!

Ya la gente se lanzó a saquear, y ahí está la segunda parte del plan de EL MALO. Porque el saqueo será una expresión anómica de la rabia social y la desesperación colectiva, pero no es protesta. No tiene control ni mayor objetivo que el saqueo en sí mismo. el entrar violentamente a un establecimiento a robar lo que haya, lo que quede, ¿y después, qué?

El Malo de esta película maldita quiere el saqueo y el tumulto para salir a reprimir e imponer LA PAX DE LA BOTA Y EL FUSIL, para que de una vez y por todas se repita la máxima que delata la condena histórica de las democracias debiluchas "LLEGARON LOS MILITARES A PONER ORDEN"
Máxima que en todos los casos supone persecución, asesinato, implantación de un régimen no garantista (menos garantista, pues) de terror ( Sí, más de terror y sí se puede)

El Malo se ríe, las madres lloran, los malandros se tecnifican, las colas crecen y se ensanchan, la anarquía se suelta cual el Kraken, ese leviatán del miedo que todo se lo traga en el mar de las tragedias y los naufragios en que se nos convirtió el país... y en esta película sin bueno, esta Ópera Apocalíptica, la MUD el "supuesto Bueno" se apoltrona en su silla de rehén de sí mismo, a ver pasar las cosas.

Adiós Brahms, salúdame a la calma.


Illich

miércoles, 2 de noviembre de 2016

NICOLÁS EL "QUÉ"


“Sádico” es el adjetivo que comúnmente usamos para nombrar a alguien que viola y que además de violar, disfruta de hacerlo. Ese goce por la subversión de la voluntad del otro, por despojarlo física y moralmente de algo, por penetrarle sexual o simbólicamente con violencia, sin permiso. Es la actitud patológica que también se ha visto a lo largo de la historia en no pocos sujetos que embebidos de poder han mancillado poblaciones enteras a fin de afirmarse como los hegemones totales, como los autoproclamados mesías o incluso como los motorizadores de la historia y el progreso.

Al Marqués de Sade le debemos la popularización del adjetivo del que es epónimo. ¿Y quién fue éste? Pues, un aristócrata francés que vivió entre los años 1740 y 1814, quien con su escritura cargada de polémica intentó una “antifilosofía”, una propuesta anti moral donde el dolor, la sodomización y los placeres escatológicos desvelaran el verdadero rostro de la sociedad en la que vivió. Los personajes de Sade se regodeaban entre la mierda mientras llevaban hasta el límite de lo aguantable las fantasías eróticas de quienes le leían a hurtadillas en una frontera borrosa trazada entre lo orgásmico y lo vomitivo.

Sádicos han sido otros personajes de la historia, uno de estos tantos es Vlad Tepes (1431-1476), el propio inspirador de la famosa novela Drácula de Bram Stoker de 1897. La relación del Príncipe de Valaquia con el vampiro más famoso de la literatura, deviene de la costumbre del primero de empalar (clavar en estacas) a sus enemigos capturados aun con vida y hacer con éstos una línea de crucificados en las afueras de las murallas de su ciudad. Las leyendas locales rezaban que Vlad “El Empalador" se bebía la sangre de sus víctimas, de ahí la relación vampírica que inspiró a Stoker, de igual forma se aseveraba que bailaba mientras éstos morían desgarrados entre gritos inmensos de dolor.

Otro famoso sádico es el gran ordenador del Estado ruso, el primer Zar, fundador por ende del Zarato y organizador del código legal que por siglos rigió a esa sociedad. Iván IV de Rusia, mejor conocido como Iván El Terrible (1530-1584) quien además de toda su actividad de regencia y ordenamiento político fue un conquistador barbárico, aniquilador de pueblos a los cuales arrasaba, incendiaba y reducía a polvo cuando se le oponían. Cuando se le rendían, el trato no era nada magnánimo, en ese caso los explotaba y menguaba lentamente a fin de llenar sus arcas imperiales.

Mucho más acá en la línea de tiempo, se me ocurre comentar sobre José Tomás Boves, nativo de Asturias, militar de la causa realista en la Guerra de Independencia local, quien nace en 1782, un año antes de Bolívar, y muere en 1814, mismo año en que muere Sade (juzgue usted las coincidencias. Lo digo por Sade, ojo) A Boves lo dibuja la historiografía oficial como un sátrapa quien se enriquece en los llanos del Guárico y que luego se lanza con sus huestes a destruir la Segunda República (Herrera Luque da razones para su odio y responsabiliza a los patriotas de la furia del asturiano). De Boves se hizo famosa la rutina del Vals “El Piquirico” cuyas notas eran la clave para comenzar sendas orgías de violación y sangre, mientras el caudillo danzaba y se embriagaba viendo morir degollados a sus prisioneros, generalmente pertenecientes al mantuanaje de los pueblos y ciudades que iba conquistando mientras provocaba la estampida que los historiadores llaman La Migración a Oriente.

Es llamativo que estos connotados sádicos de la historia tuviesen predilección el gusto por el baile.

La semana pasada, como una muestra más de la violencia que está destripando nuestra sociedad, el mundo vio a través de un video captado por cámaras de seguridad, cómo cinco agentes de la policía golpearon brutalmente a una señora, ese no fue el único caso de esa jornada. En Venezuela, escenas como esa ya no asombran, son repetitivas. Parte de la rutina social normalizada en nuestro país hoy, es el que los cuerpos de seguridad del Estado estén prestos a golpear manifestantes, maltratar mujeres, asesinar jóvenes, arrollar ancianos, torturar presos políticos, extorsionar, hacer de sicarios, amedrentar, amenazar.

Menos de una semana después de los sucesos donde no solo esa señora fue pisoteada en su cuerpo y dignidad, sino que también lo fueron cientos de manifestantes en el país, los cuales también fueron puestos presos e imputados de cargos inexistentes, hoy siguen algunos privados de su derecho a la libertad plena. Insisto, menos de una semana después, el Presidente, baila por televisión.

El jefe de todos los agentes agresores y violadores de derechos humanos de cada manifestante brutalizado por el simple hecho de expresar su descontento social y político. El presidente baila salsa, lo disfruta, lo goza. ¡Viola y goza bailando!  ¿Cómo Vlad, Iván y Boves? De ellos me lo dice la historia y la historia a veces se tergiversa, se borronea en el tiempo, a Nicolás lo vi por televisión. Nicolás el “qué”

El Sádico, porque viola y lo disfruta… Disfruta el hambre, ve las colas por comida y baila, disfruta la tortura, la mengua y las enfermedades. Él baila. El sádico, mientras llena sus arcas, embebido en su fragmento de poder, en sus intenciones represoras, en su mesa redonda de otros sádicos que se cambian pareja y se contonean al ritmo de los quejidos sordos del dolor de los demás.

illich.

lunes, 12 de septiembre de 2016

KALID/DAVID

*Ilustración de Rafael D'Arcangelo @Villapont


Con tan solo 12 años es mucho lo que Kalid ha visto y vivido desde que él, sus padres y su hermanita salieron de Alepo huyendo del cercano y malévolo estruendo de las bombas. Tan cercano que incluso un día que Kalid iba de camino a su ya derruida escuela, sobre ésta se precipitaron dos misiles justo cuando a Kalid le faltaban dos cuadras para llegar; tan malévolo que ese día los misiles le arrancaron tantos compañeros de clase como no era capaz de contar. En lugar de la escuela, una nube de polvo y humo se erigía y se dejaba ver a kilómetros. Mientras el zumbido de la explosión se iba disipando de los oídos de Kalid y el olor a pólvora y muerte lo comenzaba a impregnar todo, él fue escuchando los agudos gritos, el doliente llanto de las madres que así como la suya, habían enviado a sus hijos esa mañana a clases, y que ahora corrían hacia el lugar de las detonaciones. Huyó de vuelta a casa, en el camino se topó con su madre quien lo abrazó fuertemente mientras gritaba alabanzas y agradecía por la vida de su hijo Kalid.

12 años también tiene David, su vida tampoco es sencilla, él vive en una “invasión”, en un rancho de tablas y trozos de latón que el propio David ayudó a construir. La familia de David se compone de cuatro miembros; su madre, su hermana mayor de dieciséis años, el hijo de meses de ésta y el propio David. La escuela a la que asiste está en terribles condiciones, casi todos los días sale a las 10am ya que no hay agua, cortan la luz, el techo tiene goteras y es común que se armen tiroteos en las adyacencias del plantel. Aun así a David le va bien en matemáticas, le gusta la clase educación física y el basquetbol.

Luego del día que cayeron los misiles sobre la escuela, casi toda la gente del barrio de Kalid tomó rumbo hacia el norte, a la frontera con Turquía. Atrás solo quedaron los ancianos, entre ellos, el abuelo de Kalid. Él no preguntó por qué debía quedarse el abuelo, hace tiempo que había dejado de hacer preguntas, y es que ante casi todo lo que le preguntaba a su padre la única respuesta que escuchaba era “Así lo ha dispuesto Alah” ¿Por qué nos bombardean? ¿Por qué no hay hoy para comer? ¿Por qué no hay luz eléctrica? La respuesta siempre era la misma… Así que cuando su padre le dijo que recogiera sus cosas, Kalid tomó su pelota de fútbol, sus dos pantalones y tres franelas, los metió en el morral de la escuela donde había dejado su cuaderno, se echó eso al hombro y partió con los demás.

A David le ha dicho su madre que él es el Hombre de la Casa, él piensa que eso se trata de hacer los mandados, buscar tablas para ayudar con las paredes y el techo del rancho y defender a su madre y su hermana ante cualquier amenaza. Pero por momentos se confunde, una vez intentó empujar a quien supuestamente era el marido de su hermana porque éste le estaba pegando; su propia madre se metió lo tomó por una oreja y le dijo “vaya pa’ dentro muchacho er coño”. David no entendía que su cuñado golpeara a su hermana pero su madre fue tajante al decirle que como éste también le pasaba plata, él no debía meterse.

Después de muchas semanas caminando, montados y arrumados por decenas en camiones, trasegando desiertos, durmiendo a la intemperie, detenidos por días, amenazados, extorsionados y maltratados, la familia de Kalid llegó a Turquía, donde fueron tratados con extrema brutalidad. Su hermanita enfermó, a su madre le fracturaron una costilla cuando pedía alimentos a unos soldados fuera del horario de repartir las raciones, su padre gastaba sus ahorros más deprisa de lo que había previsto. La gente que trafica con gente siempre incrementa sus tarifas de acuerdo al nivel de peligro que los desplazados intentan dejar atrás.

David tiene días sin ir a la escuela, su mamá se lo lleva a las colas de los mercados desde la noche anterior. Duermen en aceras, corren de la Guardia Nacional, David ve a su mamá y a su hermana pelear o abrazarse con gente extraña. Con frecuencia David debe cargar a su sobrino, dormir a un niño pequeño en sus brazos aun pequeños de niño, en el frío de una noche que se prolonga como si se tratara del largo bostezo de un abismo negro. A veces David levanta la vista hacia las estrellas y la luna, las mira y las deja de mirar porque éstas no le dicen nada.

Desde Turquía hasta Grecia, la familia de Kalid cruzó el mar en una chalupa, una embarcación atestada de gente, tan llena que parecía a punto de zozobrar desde el mismo instante que zarparon, hasta que de hecho se fue a pique aproximadamente a 300 metros de las costas griegas. Kalid, su padre y madre lograron salvarse, llegaron con vida a la playa gracias a algunas tablas desprendidas del precario bote. Muchos murieron y entre ellos la pequeña hermana de Kalid.

David está sumamente flaco, ha perdido peso desde que empezaron a trasnocharse para hacer la cola de los alimentos, su hermana se fue con su hijo y con aquel tipo que le pegaba y le daba dinero, ahora no cuentan ni con ese dinero, ni con el número de cédula adicional para comprar los días que le tocaba a su hermana. La mamá de David le ha pedido que busque comida entre la basura…

Kalid explora con una varita entre los desperdicios del campo de refugiados, busca cualquier cosa, ropa o al menos un pedazo de tela, su madre no se ha curado del todo de la costilla y el frío de las noches le agudiza el dolor, tampoco ha asimilado la muerte de su hija, siente la culpa de haberla soltado en medio del naufragio, siente la reprimenda en los ojos de su esposo; ha dejado de hablar, la envuelve un silencio profundo, como si quisiera no escuchar más las voces que la culpabilizan. Kalid también busca restos de comida, consigue y lame mínimas cantidades de dulce adheridas al papel de aquellas barras de cereal que trajeron los Cascos Azules hace una semana. Kalid mira una pelota de fútbol desinflada y la ignora, le pasa por encima y sigue. Kalid ya no juega.

David lleva en una bolsa un tomate y medio, las hojas exteriores de una lechuga y una verdura de la cual no conoce el nombre. También había encontrado un trozo de pan extremadamente duro y algo sucio, pero se lo comió, él sabe que cuando llegue debe entregar todo a su mamá quien tal vez cambie lo que él trae por unos cigarrillos, o por otras cosas. David va rápido casi corriendo, otros que estaban en el promontorio de basura, se le quedaron viendo y lo llamaron. David sabe que en la calle nadie nunca te llama para nada bueno.

El padre de Kalid se fue del campo de refugiados, se fue con otros hombres, casi todos los del campamento a trabajar con unos asiáticos que vinieron y hablaron con los militares griegos adscritos a la ONU que dirigen el campo de desplazados. Su padre no le dijo nada, ni miró a su madre, y como ya es su costumbre, Kalid no preguntó. Tal vez no regrese, por qué habría de hacerlo, se dice a sí mismo el niño sin infancia que es Kalid, al que le volaron la escuela, se le ahogó su hermana menor y que ahora miraba como su padre se iba de ahí dejando a su madre hundida en alquitrán del sufrimiento y a él en medio de una soledad que ya se le adhería como la piel a sus huesos, como el vacío a sus ojos.

La mamá de David fue a una concentración del Partido del Pueblo, un meeting del Presidente, se iba a defender “La Patria” de las agresiones de La Derecha y del Capitalismo. A David lo dejaron al cuidado del rancho y de las cosas que hay dentro, las cuales suman dos colchonetas, una cava de anime, un par de sillas, un televisor el cual David encontró en la basura y se lo tuvo que ganar a golpes a un indigente alcoholizado que se arrastraba entre los desperdicios, la ropa de ambos y una foto de El Comandante que cuelga de la tabla que usan como puerta. La mamá de David se fue hace seis días y él no sabe si aun está defendiendo a “La Patria” de las agresiones de La Derecha y el Capitalismo o si está en alguna otra parte. David mira la pantalla del televisor y ésta no le dice nada, no hay luz aun en la invasión, David no sabe si salir a buscar comida, si buscar a su madre o si quedarse a cuidar el rancho, él solo siente el hambre que le escuece las entrañas, él presiente la soledad tomando su lugar en la colchoneta de al lado.

Kalid y David no se conocerán, los separan miles de kilómetros, el abandono y el anonimato. Tanto uno como el otro se repiten a diario sin importar la precisión geográfica o la lengua que hablen, ellos se multiplican con otros nombres, en otras latitudes y con nimias variantes. En las miradas de ambos, miradas vaciadas de infancia y de juegos, se balancea el péndulo de la desgracia, de una tragedia que acompaña los días segura de su victoria a corto plazo.

Kalid se acuesta en una carpa, nómada a causa de la guerra y sus bombas y su muerte. Un beduino forzado a merced del desierto, las olas, los traficantes de humanos y la barbarie. A David la noche lo asalta en un rancho, atrapado entre el hambre y la incertidumbre. Lo mira desde la tabla que usan como puerta el cuadro de EL Comandante, pero no le dice nada, tampoco le dice nada el televisor, David deja extinguirse la llama de una vela que tiene por única luz, se cubre con lo que tiene a mano y se queda dormido.

A Kalid lo está matando la guerra, a David, se lo llevó “La Patria”.

Illich

lunes, 22 de agosto de 2016

BALANCE OLÍMPICO DE "UN PAÍS POTENCIA" y "LA GENERACIÓN DE ORO"


Terminaron los Juegos Olímpicos #Rio2016, para mi, unos de los más interesantes y emotivos de todos los que puedo recordar. Pero claro, puedo estar afectado por el presentismo y como cosa común, sentir que lo más inmediato en mi memoria es lo que, por tener más fresca la información, me genera más posibilidades para contrastar detalles y dictaminar que éstos han sido unos mejores Juegos que los anteriores.

No obstante, comparar estas cosas también tiene su dejo de absurdidad, todos los Juegos traen consigo sus claros y sus oscuros; los recientemente culminados no escapan a las contradicciones o a las polémicas. Tampoco les faltaron hazañas o proezas de tipos ya míticos como Phelps o Bolt. O las historias de atletas que pese a las condiciones adversas  de sus países se sobreponen y triunfan o participan sin apoyo de sus gobiernos y sin las condiciones que la alta competencia precisa para hacer de un joven con talento un atleta competitivo y triunfador.

De esto último quiero hablar, de las etiquetas “Generación de Oro” y “País Potencia”, es decir, otra de las burlas y las vaciedades que nuestro gobierno intenta llenar con propaganda, una propaganda barata que nos sale muy cara a todos.

Desde 1998, año en que tomó el poder aquel cadáver que se las daba de jugador de béisbol hasta hoy, han transcurrido CINCO Juegos Olímpicos, en todos esos juegos nuestras delegaciones no han sumado ni DIEZ medallas aglutinando los tres metales. En la última cita olímpica, Venezuela quedó de número #75, por debajo de Colombia, Argentina, Puerto Rico, y obviamente a cientos kilómetros planos de las verdaderas POTENCIAS DEL DEPORTE.

¿No que éramos potencia? Antes de que el lector (sobretodo el lector chavista, si es que leen) me acuse nuevamente de alienado, apátrida y de que esto es una carga contra nuestros atletas, debo destacar que casi cada atleta venezolano que llega a Las Olimpiadas es en sí un heroe que se ha sobrepuesto a cientos de problemas, entre los que se cuenta el económico, la falta de implementos, de entrenadores adecuados, incluso de alimentación, pues si viven en el país, ya podemos imaginar a muchos jóvenes atletas teniendo que restar horas a su entrenamiento para hacer colas, para trabajar, para sobrevivir.

Si es que el atleta se ha ubicado en un nivel competitivo tan alto como para que el gobierno no pueda evitar financiarle su carrera deportiva en el exterior, entonces a éstos se les exige que declaren su agradecimiento prosternado al imbécil que es presidente o al ladrón vicepresidente, al muerto, en fin, a la revolución.

Pero ¿qué pasa con el deporte de base, las escuelas deportivas para los niños, la gratuidad del acceso a éste? No hay ni canchas, las que hay están malas, las piscinas no sirven, los gimnasios funcionan a medias, a veces ni eso. Lo digo por la ciudad en que vivo, Maracay. Pásese por el parque Santos Michelena, cerrado por remodelación por segunda vez en cuatro años, si lo habían arreglado hace tan poco por qué remodelarlo de nuevo ¿será porque todos los materiales que usaron eran de pésima calidad? ¿será que es otra lavadora de dólares? Visite el Polideportivo Las Delicias, qué tal si le digo que el Nado Sincronizado no tiene piscina donde entrenar, que los atletas de natación deben entrenar en clubes privados. ¿Y qué pasó con la remodelación del Estadio Hermanos Ghersi? ¿y la culminación del estadio cuyas ruinas previas se ven desde la avenida Los Aviadores?

Hago este inventario de “instalaciones chatarra” porque esa es una de las causas de que nuestros deportistas o fracasen en las citas de alta competencia o de que nuestros chamos no tengan donde descubrir y desarrollar sus habilidades, habilidades que a mediano y largo plazo redundarían en un éxito deportivo apreciable y medible en triunfos individuales y colectivos para el país.

Qué hablar de la esgrimista que se montó los ojos del difunto en su pecho, o del agrandado, ex gloria del mismo deporte que luego de perder las elecciones de la Asamblea Nacional fue a Río a “participar”. Los miro como veo a los enchufados, vividores de la renta de un gobierno ladrón que si bien lograron un sitial deportivo importante, ya no lo justifican pero siguen chupando de las prebendas de haberse arrodillado y hacerse "estrellas" de la propaganda oficial.

Cada vez que un muchacho venezolano se gana el puesto en una selección para viajar a algún lugar, lo primero que recibe la familia es una carta pidiéndole una “colaboración” para ayudar a costear el viaje, a pagar los gastos, si no la dan, el chamo se queda. Pero, cuando se acerca la competencia, con la delegación viajan de gratis el doble de las personas que suman atletas y entrenadores ¿y quiénes son éstos? Adivinen, enchufados de todo tipo, esposas, amantes, hijos, ahijados, hasta narc...sobrinos que aprovechan la cola para visitar de gratis otro país. ¡Nieguen eso!

Por estos motivos, y porque tenemos ya una generación de chamos malnutridos cosa que impacta directamente en el crecimiento, la talla, la fibra muscular, los reflejos y la cognición, porque un par de zapatos deportivos cuesta no menos de 100 mil BsF, porque la inseguridad hace de las canchas y parques lugares hostiles, porque los chamos que deberían estar entrenando cualquier deporte están limpiando parabrisas en los semáforos o tentados a ser malandros o buscando comida en la basura. 

Por todo lo antes dicho y más, es que no hay ninguna maldita Generación de Oro, ningún País Potencia, se trata solo un muy pequeño número de privilegiados o de heroicos jóvenes que igual la pagan teniendo que aceptar los apapachos del insulso ese que ni sabe quién es quien. Que cree que el Lanzamiento de Jabalina trata de “agarrar una cochina hembra del sexo femenino y femenina, verdaaa, y tirarla bien lejos y lejas para allá, verdaaa”



Illich

martes, 21 de junio de 2016

POR QUÉ PROTESTAN LOS UNIVERSITARIOS VENEZOLANOS V

GRUPO DE TEATRO EXPERIMENTAL
DEMEN-TEATRO'Z

Trabajan con materiales de desecho a falta de presupuesto y dotación, se presentan en salones de clase por no contar con instalaciones apropiadas para la práctica del teatro.


Piezas de utilería hechas con materiales reciclados
Materiales desechados son sus dispositivos escenográficos
Escenas de un ensayo

miércoles, 15 de junio de 2016

POR QUÉ PROTESTAN LOS UNIVERSITARIOS VENEZOLANOS III (ESTUDIANTES)



Detalle del pecho y rostro del estudiante
 herido en la cara el 13/06/2016
UPEL-MARACAY


Arsenal utilizado por la policía en contra de los estudiantes
UPEL-MARACAY





jueves, 9 de junio de 2016

POR QUÉ PROTESTAN LOS UNIVERSITARIOS VENEZOLANOS


Porque el régimen imperante en el país, por más de 17 años, ha sumido a las Casas de Estudio Superior en un criminal ahogo presupuestario.

Porque años bajo égida de un gobierno que odia el pensamiento libre y el progreso de la población, han llevado a la Universidad a una situación ruinosa, al tiempo que el mismo gobierno ha quebrado la economía familiar de OBREROS, EMPLEADOS ADMINISTRATIVOS Y PROFESORES.

Este régimen ha dilapidado los recursos de la nación, desembocando en una crisis alimentaria de proporciones catastróficas. Hoy, miles de estudiantes abandonan las aulas para dedicarse a buscar comida para ellos y sus familias. Otros, se han tenido que ir del país; los que se quedan, sienten la merma en la calidad de la educación que se les brinda.

Protestamos porque el gobierno de Nicolás Maduro miente al pueblo, lo empobrece, lo embrutece y lo hace sufrir.
Protestamos porque no nos acostumbramos a vivir en las peores condiciones de la historia, mientras el grupo corrupto que manda en Venezuela se eterniza en el poder.

¡PROTESTAMOS JUNTO A CADA CIUDADANO INDIGNADO, A CADA AMA DE CASA Y OBRERO, JUNTO A CADA PERSONA QUE VISLUMBRA Y SUEÑA CON UN PAÍS JUSTO, DIGNO Y DEMOCRÁTICO. DONDE COMER, EDUCARSE Y VIVIR NO SEAN POR MÁS UTOPÍAS, SINO DERECHOS REALES Y CONCRETOS!

¡YA BASTA!
NICOLÁS MADURO, VENEZUELA TE PIDE LA RENUNCIA!

Prof.Illich Sánchez
UPEL-MARACAY
CAMARA:
Prof. Niuman Páez
UPEL-MARACAY

martes, 7 de junio de 2016

NIETZSCHE EN CLAVE POP


Cuando he dicho que tengo un "filósofo favorito" y que éste es Nietzsche alguno me ha llamado snob, otros me han dicho que al estudiar filosofía, hablar de un "favorito" resulta una frivolidad.. Si le debo explicar mis razones a esos amigos, podría aducir primeramente que al llamarlo así, muestro una predilección que no solo transita derroteros filosóficos, sino que además, se extiende a aspectos como el estilístico, el biográfico y a la época en la que tal autor vivió, a su forma de encarar la vida; incluso, hasta los temas de estudio que abarcaba entre su obra.
Pero en ningún caso esa predilección se debe desviar, al menos en mi caso particular, hacia el culto, la reverencia o la lectura, digamos evangelizada de sus textos. Con Nietzsche tanto o más que con ningún otro, una lectura reverenciada o prosternada sería la peor manera de abordarle. Ya en el Zaratustra, el propio autor exigía, se le negara si es que se quería evidenciar en algo, que se le había entendido.
Con este pensador, así como con cualquiera que se estudie, es necesario pelear, discutirle, increparlo y buscar las fisuras de su ideario (todos las tienen, de hecho) Pero también hay que dejar espacio para la perplejidad y la fascinación.
En una lectura con fruición, una lectura degustativa, el dejarse fascinar por la genialidad no conlleva ningún perjuicio para el lector, pues al final, el pensamiento, bien hilado y artesanalmente elaborado, es una de las más exquisitas formas de arte que conocemos.
En fin, que este atormentado y malinterpretado bigotón sea mi filósofo dilecto, más allá de hacer de mi un vendedor de puerta en puerta de sus pensares o alguien que le cree infalible, mesiánico; lo que me inspira es a estudiarlo con más atención, a releerlo, a desmenuzar más y más la trama de sus aseveraciones, a volver siempre sobre sus enigmas.
Si más personas pudieran decir que tienen un filósofo favorito, un pintor predilecto, o una obra que les apasiona, tal vez las conversaciones cotidianas, las charlas pop, fuesen menos tendientes al chisme, a lo pedestre, a la insustancial preocupación por la vida de los demás.


illich

jueves, 2 de junio de 2016

EL MITO DE LA MILANESA ETERNA



Anoche, por primera vez en la historia de mi mundo onírico, soñé que estaba comprando pollo. Le decía al dependiente del negocio en el que me encontraba que picara muy delgadas las milanesas, mientras yo contaba uno tras otro unos billetes arrugados a ver si me alcanzaba para pagar.


Uno debería estar soñando con la mujer que le gusta, con las cosas que quiere, sus metas o con sus temores arraigados de la infancia. De vivir en un lugar normal, nuestros sueños estarían inspirados en aquellos miedos y anhelos normales, de gente normal, en un país normal, transitando la noche por lugares más coherentes como, por ejemplo,en el caso de alguien fantasioso como yo, presenciar una invasión extraterrestre, que una abuela muerta hace años se me aparezca con una taza de  dulce de leche en las manos o que tengo un tórrido romance con Scarlett Johansson o verme pasear en un súper yate por las islas del Mediterráneo acompañado por las doce semifinalistas del Miss Universo.


Sueños normales, de gente normal, en un país normal… Como soñar con que me gano el Novel o que soy llevado al Hades y atravesando el río Estigia me cruzo con las barcas de algunos conocidos…


Aquí no, en este lugar insólito en el que habitamos, lo normal es que nuestros sueños proyecten las situaciones insólitas que se nos han cotidianizado. No  hay que ser psicoanalista para concluir que en nuestro mundo onírico colapsan los eventos de nuestra realidad concreta, nos aparecen en sueños las miserias que vivimos, en forma de quimeras y en clave de terror.


No llego tarde a este tipo de sueños retorcidos, ya había soñado que a mi o a las personas que amo nos asesinaba algún malandro, me había soñado guarimbeando, tumbando a Maduro (ese es un sueño recurrente), me había soñado en el desierto, sudando copiosamente y al despertar me percataba que se había ido la luz; también, en una cola interminable que llegaba hasta el Cono Sur, hasta la Patagonia.


Incluso, había soñado que tenía mi propio gallinero vertical y que de pronto las gallinas habían tornado en un color verde militar, comenzaban a cacarear consignas del PSUV y se escapaban de aquella jaula erguida para matarme con sus militantes picos rojos.


Tengo un catálogo de sueños relacionados con todas las paranoias que vivimos en Aleuzenev, en éste también se incluyen sueños de invasiones, expropiaciones, contagios de virus por zancudos mutantes, asaltos, que los presos se escapan de las cárceles, entre tantos otros. Sueños que de hecho, sin que los queramos se nos han hecho una sólida realidad que nos da mazazos todos los días.


No obstante, no había soñado que salivaba como un perro pavloviano frente al mostrador mientras un sujeto fileteaba una jugosa y fresca pechuga de pollo; yo contaba el dinero rogando me alcanzara, al tiempo que pedía, lo picaran lo más delgado posible para que me pudiera alcanzar por toda la vida, y así comer todos los días hasta la eternidad, como si se tratara del más chimbo de los mitos griegos, el arquetipo del cuerno de la abundancia tal vez, a éste lo llamaría La Milanesa Eterna.


Pero obviamente, así no desenlazan las cosas en la realidad. En la “vida real”, funesta y anormal que nos está tocando vivir, ninguna milanesa es eterna, ninguna provisión es perenne y ninguna cola será la última mientras que el surtidor de los sueños y las pesadillas que es el GOBIERNO de MADURO y sus secuaces siga en el poder. Mientras ellos sigan allí, nuestros sueños seguirán signados por el anhelo de cosas que otrora fueron parte de nuestra vida diaria, nuestras pesadillas seguirán siendo inspiradas por el miedo al hampa, la represión, al psicoterror sistematizado que gente malvada como Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez vierten sobre la población como un lodo de oscuridad que todo lo tapia.


Soñar con que se van, soñar con que ya no están, ha de convertirse en el sueño colectivo que nos lleve a una realidad concreta e incontrovertible: El tener un país liberado de esta dictadura asesina y hambreadora, la misma que nos tiene soñando con comida como si esto fuera digno de ser un anhelo de vida.


¡FUERA NICOLÁS!


Illich.

miércoles, 11 de mayo de 2016

12:00 am - 5:00 am


La batalla de Queronéa fue la primera confrontación en la que el aún príncipe Alejandro dirigió el ala izquierda (o fue la derecha) de la caballería del ejército macedonio; dicha armada estaba a las órdenes de su padre, Filipo II.
Alejandro tendría solo 17 años, él junto al segmento de la caballería que le había sido confiada en mando, aguardaba ansioso la orden de lanzarse sobre el ejército de Tebas, el cual para el momento resistía eficazmente las embestidas de la infantería macedónica, cuya formación en cuña pretendía sin mucho éxito provocar una escisión de las fuerzas contrarias a fn de ser flanqueadas por ambas alas de la caballería.
De forma intempestiva, aunque aún no se le ordenaba atacar,el imprudente Alejandro cargó a toda velocidad sobre el flanco derecho del enemigo, fue tal la fuerza de la embestida que casi de inmediato logró el objetivo táctico de partir las fuerzas rivales en dos, su caballería rodeó el segmento en el que se encontraba el generalato de Tebas y los obligó a rendirse.
Entre tanto la tropa enemiga, aislada de sus mandos emprendió la huida por la planicie de Queronéa… En ese instante hicieron su aparición los ligeros aviones de armazón de madera alas de lona del Circo Volador, al mando del invico Manfred von Richthofen a quien mejor se conoce como el Barón Rojo.
Los diminutos aeroplanos comenzaron a perseguir a las fuerzas tebanas en estampida, asestando picaduras sobre los soldados que corrían para salvarse...Un momento, algo anda mal en esta historia; la batalla de Queronéa se libró en el 338 a.C. El Barón Rojo se hizo famoso en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) Son casi dos milenios de diferencia entre la vida de Alejandro Magno y la del as de la aviación alemana.
En ese atragantado momento me percaté que había estado soñando, lo supe porque me desperté, me desperté porque no había luz, no había luz por causa del vil racionamiento con que nos castiga el gobierno, vi la hora y eran las 12;00...y dije Maduro @#!$ $# $%^#&$*!! Otra vez interrumpiéndome un sueño épico.
Maduro, Chávez, el gobierno, la revolución y su terrible costumbre de cortarnos los sueños.
¿Cómo se puede mezclar en un sueño las primeras aventuras bélicas de Alejandro con un ataque del brillante aviador y su escuadrón? Me pregunté.
En ese momento, un zumbido me dio la respuesta al sonarme en el oído, era un ligero artefacto, un letal aeroplano de combate asediándome, un zancudo.
Un ligero, agresivo, furtivo, ágil artefacto dañino, y otro, y otro más. El escuadrón de Patas Blancas aprovechaba la ventaja táctica de la oscuridad y la intemperie, me atacaban de forma inclemente y sistemática a mi que ya no podía ocultarme bajo las sábanas gracias al calor, ni tampoco huir como el ejército de Tebas. Yo solo podía lanzar manotazos imprecisos, inútiles, y claro, también podía, como de hecho lo hice, seguir mentándole la madre a Nicolás Maduro y su gobierno rompedor de sueños.

Illich.

sábado, 9 de abril de 2016

LINCHAR PRIMERO, PEGUNTAR DESPUÉS (Otra forma de ceguera social)

En su obra Ensayo sobre la ceguera, el Premio Nobel José Saramago plantea en esencia la distopía de una sociedad en la que todos comienzan progresivamente a quedarse ciegos. El autor portugués imagina una situación extrema en la que la gente, ante esa trágica eventualidad, lejos de apelar a la razón, a las posibilidades socializadoras y organizativas que han hecho de la humanidad una civilización predominantemente metropolitana, con normas para la convivencia y leyes para la coerción de patrones de conducta disociativos; apela por el contrario a los instintos animales y primarios de la especie, a la supervivencia a costa de lo que sea.
Una vez sin poder mirar, los recientemente ciegos fueron capturados por los que aún podían ver, y de seguido confinados en un manicomio abandonado, el cual no podían dejar, so pena de ser asesinados a tiros por el ejército. Una vez en el recinto, la trama va mostrando, a través de los ojos de una única vidente, quién decide ocultar que conservaba el sentido de la vista, cómo las personas se brutalizan, se agreden, se alimentan, se dominan, se aparean y sodomizan, todo de forma bestial, amparados por la misma ceguera. Cubiertos por el manto de un ocultamiento colectivo, se va mostrando al hombre reducido a bestia, podría decirse en términos de Thomas Hobbes, a lo que realmente es. Un animal.
Lo que entiendo, puedo equivocarme, de lo que nos muestra Saramago en su excelente pieza literaria, es que cuando el ser humano es arrinconado, llevado a condiciones extremas, abandona su condición de “sapiens” y se hace un mamífero más, tan letal como cualquiera, más letal aun, pero a la vez indefenso y frágil, vulnerable ante la naturaleza, ante miembros de su misma especie que lo canibaliza o lo usa según se le permita.
Veo el fenómeno de LOS LINCHAMIENTOS en toda Venezuela y me asaltan de inmediato las espeluznantes descripciones del autor lusitano sobre los hechos de sus personajes anónimos, sobre esas asociaciones precarias de algunos ciegos para robar y violar a los ciegos más inexperientes y débiles. Veo la caverna prehistórica y a un montón de Homo Erectus devorando a otros por la razón que fuere, o la sinrazón de turno. El asombro aumenta cuando uno se percata que ya los linchamientos no asombran a nadie, que son justificados y avalados por cualquiera; filmados y reproducidos por las redes donde reciben cantidades de “LIKES” y comentarios de aprobación “ASÍ ES QUE HAY QUE HACER CON TODOS” “CHORO AGARRADO, CHORO LINCHADO” rezaba una pancarta a la entrada de una urbanización.
Las razones por las cuales se puede explicar este fenómeno pueden resultar bien obvias, tenemos una población asediada por el hampa y un Estado delincuente que se manifiesta de muchísimas formas, enumeremos algunas:
1) EL INCREMENTO DE LOS HECHOS HAMPONILES.
2) LA VIOLENCIA EJERCIDA POR LOS DELINCUENTES EN CONTRA DE SUS VÍCTIMAS.
3) LA CORRUPCIÓN DE UN SISTEMA POLICIAL QUE NEGOCIA CON DELINCUENTES.
4) LA MAFIA PODRIDA QUE ES HOY EL SISTEMA DE JUSTICIA.
5) LA SITUACIÓN CARCELARIA (Discotecas, piscinas, una ministra complaciente, las cárceles convertidas en centros de operación para el delito organizado)
6) LA IMPOTENCIA DE LA CIUDADANÍA ANTE EL DESBORDAMIENTO DELICTIVO.
7) LA APARICIÓN DE UNA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA DEL DELITO ENCABEZADA POR LA FIGURA DE “EL PRAN”
Puede que haya muchas más razones por las cuales la gente se ha hartado de esperar la respuesta del Estado ante la situación que le asola, pero unas y otras razones derivan en un único elemento a través del cual se puede explicar el fenómeno y éste es LA IMPUNIDAD, la misma que viene derivada de los anteriormente enumerados factores desencadenantes.
No obstante, todo lo anterior, sigo pensando, no justifica una acción tan repulsiva como la de condenar sumariamente y ejecutar a golpes, con objetos contundentes y quemándolo en plena vía pública a un presunto delincuente. Considero que todo el que lincha se transfigura en asesino, en torturador, cae tan bajo como el malandro.
También es cierto que todo este fenómeno, su desarrollo y crecimiento exponencial es de total y única responsabilidad del régimen que lleva más de 17 años gobernando el país. ¿Por qué no antes? ¿Por qué no se le puede echar la culpa al la Cuarta República, si en éste período de la historia ya la situación carcelaria, policial y judicial daba fehacientes muestras de descomposición y corrupción? Sencillo, una de las banderas de Chávez en su campaña de 1998 era acabar con estos flagelos, erradicarlos del escenario socio político venezolano.
Pues bien, no solo no lo logró, eso salta a la vista. El gobierno Chávez/Maduro se ha servido de la delincuencia, ha socavado la economía a niveles macro y micro, ha empoderado a los maleantes, ha acabado con la educación como forma de promoción social, ha liberalizado la vida en las cárceles, ha permitido que el hampa tome las calles. Todo esto, el gobierno lo ha auspiciado para ser congruente con una terrible interpretación de la tesis de la Lucha de Clases, bajo la errada premisa de que los robos y secuestros ocurrían por un efecto dialéctico de la lucha de pobres contra ricos. Tamaña equivocación o acierto según se le vea, en lo personal estoy convencido de que el país está tal y como los viles Chávez, Maduro y sus secuaces lo han querido.
Estamos viviendo en la Venezuela que Chávez soñó, con un pueblo hambriento, miserable, arrastrado, una clase media en plena retirada, un empresariado quebrado, una ausencia total de lógica moral, social y cívica, donde las ciudades y pueblos son disputadas entre los sátrapas que gobiernan y los pranes que mandan, todos juntos en contra de la población.
Dado el panorama en el que nos desenvolvemos, qué tiene de extraño que en el escenario de la caótica ceguera que nos arropa muchos clamen por linchar a un delincuente, qué tiene de extraño que se haga linchar a algún inocente como ya ha ocurrido, qué tiene que extraño que la policía llegue a destiempo para no tener que meterse en la venganza de la gente en contra de un posible maleante, nada tiene de extraño que al leer esto alguien piense que yo siento empatía por los ladrones, que les defiendo. Alguien comentará que digo todo esto porque no me han robado. Bueno, no me han robado HOY todavía, pero no se trata de que tú o yo odiemos o no odiemos a los delincuentes, se trata de que estamos desarrollando una práctica sumamente dañina, muy peligrosa, de posibilidades incendiarias.
Lo cierto es que como sociedad, los venezolanos estamos siendo reducidos a los más primitivos y soeces instintos. andamos en la calle en medio de una paranoia completamente justificada porque estamos en constante peligro de ser asaltados, secuestrados (Incluso y más, aquellos que no son ricos) Desconfiamos de una policía corrupta, sobornable, que constantemente echa mano de prácticas ilegales, tememos incluso en nuestros hogares, tememos a los cuerpos de investigación, tememos de nuestros propios vecinos. En ese estado de nervios, de miedo y desconfianza no es extraño que la rabia se desborde sobre un delincuente, sobre un posible delincuente, sobre uno que incluso lo parezca, o sobre quien nos digan que lo es, aunque no lo sea.
¿Qué hacer para que esto cambie? Lo primero es cambiar el gobierno, y tal vez eso sea lo más sencillo, aun sin serlo. Después, de forma obligatoria habría que adecentar toda la trama institucional del Estado, cuerpos policiales, Sistema Judicial, Sistema Penitenciario, invertir en educación, crear empleo, reactivar la economía. Todo esto para que ser malandro no sea tan rentable, sencillo y atractivo, y para que quienes se encarguen de los delincuentes, lo hagan de veras y no sea todo parte del mismo círculo de vicios que ha generado la respuesta de linchar como una alternativa estimable en cualquiera de los casos.
Illich.